El gobierno nacional definió que el Plan AMBA I, que inicialmente iba a ser financiado por China, sea costeado mediante un cargo fijo a incluir en las próximas tarifas. Se estima que esta obra determinará un incremento en cada factura de entre 1% y 3%, ya que cada usuario deberá abonar aproximadamente 75 dólares, dividido en 24 o 36 cuotas.
El plan de extensión conocido como AMBA I es estratégico para reforzar el anillo en la zona de mayor consumo a nivel nacional. Este programa forma parte de una política para ampliar la capacidad de transporte eléctrico en nodos saturados de la red del Sistema Argentino de Interconexión (SADI). El proyecto AMBA I busca mejorar la infraestructura eléctrica en la provincia de Buenos Aires.
El proyecto demandará una inversión de más de 1.100 millones de dólares ya que requerirá un total de 16 obras, entre extensión y refuerzo de línea y construcción de estaciones transformadoras. El AMBA I posibilitará integrar más de 1.000 MW de potencia desde los parques eólicos del sur de la provincia de Buenos Aires y de la Patagonia y más de 200 MW desde el norte del país. Estiman que a partir del año se contará con el financiamiento para iniciar la obra y el mismo se completaría a partir de los tres años.
El AMBA I tendrá entre sus principales obras la conexión entre la localidad de Plomer, en General Rodríguez, y Vivoratá, cerca de Mar del Plata, a través de una línea de extra alta tensión de 500 km de extensión. Además, se construirá en el oeste del conurbano la nueva estación transformadora de Plomer y se instalará una línea de alta tensión que abarcará tanto los 500 kW, 220 kW y 132 kW. Asimismo, la ET de Plomer estará vinculada a una nueva línea de alta tensión que la conectará hacia el este con la ET de Ezeiza y hacia el norte con las centrales nucleares de Atucha, en la localidad de Lima partido de Zárate.
Esta infraestructura contribuirá a reforzar el anillo del Área Metropolitana de Buenos Aires mediante la creación de un nuevo nodo, mejorando las condiciones de operación de las ET de Ezeiza y General Rodríguez, que actualmente están funcionando al límite de su capacidad y así prevenir cortes de electricidad debido a la falta de generación o a sobrecargas en las redes de alta tensión.
Por su parte, el Gobierno emitirá en los próximos días una resolución que definirá la prioridad de las obras y el mecanismo de financiación. Aunque aún no se han dado todos los detalles, el secretario de Coordinación de Energía y Minería, Daniel González, y la secretaria de Energía, María Tettamanti, adelantaron que la ejecución de la obra estará a cargo de empresas privadas, quienes la financiarán mediante el cargo fijo aplicado a la demanda. La obra será financiada por los 15 millones de usuarios (hogares, comercios e industrias) conectado a la red.
Este nuevo incremento tarifario se suma al 2,5% anunciado por el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) a partir del 1° de diciembre. El aumento podrá variar de acuerdo con el nivel de consumo e ingresos del grupo familiar. El mismo se formalizó a partir de la publicación de los nuevos cuadros tarifarios de las empresas prestadoras entre las que destacan las distribuidoras Edenor, Edesur, Distrocuyo y las transportistas Transpa, Trasnoa, Transcomague, Transnea, Transba y Transener entre otras.
En un contexto de aumento de las tarifas eléctricas, ya sea por la eliminación de subsidios, ajustes tarifarios o, como ocurre en este caso, la necesidad de financiar obras, la generación distribuida se presenta como una alternativa cada vez más interesante para hacer frente a este nuevo escenario.