En el marco del compromiso global hacia una matriz energética más sustentable, el Mercado a Término de Energía Eléctrica de Fuentes Renovables (MATER) se posiciona como una herramienta clave en Argentina y en varios países de la región.
Este mercado, diseñado específicamente para la compra y venta de energía renovable entre privados, permite a las empresas cumplir con los requisitos establecidos por la Ley 27.191, que exige que para 2025 el 20% de la energía eléctrica consumida provenga de fuentes renovables.
Con más de 1.080 MW de potencia instalada distribuidos en 44 proyectos con prioridad de despacho asignada por la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico SA (CAMMESA), el MATER no solo está transformando el panorama energético nacional, sino que también ofrece a los grandes usuarios del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), con demandas superiores a 300 kW, la posibilidad de elegir un camino independiente hacia la sustentabilidad. Entre los grandes jugadores presentes en esta iniciativa podemos encontrar a Genneia, YPF Luz, MSU Green Energy, PCR, Aconcagua y Capex, entre otras.
El MATER fue creado como un espacio regulado que permite a las empresas acordar directamente la compra de energía limpia mediante contratos privados. Esta alternativa se diferencia de otros programas como el RenovAr, al ofrecer mayor flexibilidad en precios y plazos.
Entre las principales empresas del país que celebran contratos en el MATER para abastecerse de energía renovable figuran Nestlé, Banco Santander, Directv, Coca-Cola, QuickFood, Arcoir, Laboratorios Temis Lostaló, Cervecería Quilmes, Biogénesis Bagó, Loma Negra, Scania, Crown, Petroquímica Cuyo, Atanor, Toyota, Aysa, Profertil, etc.
La gran mayoría de las empresas que ingresaron al Mater ya han superado el 20% de cumplimiento requerido por la legislación hasta 2025, y dependiendo de su demanda y los contratos firmados, algunas satisfacen entre el 20% y el 100% de su necesidad. La mayoría de estos contratos tienen una duración promedio de cinco años.
Uno de los aspectos más destacados es su papel como facilitador de la transición energética en el ámbito corporativo. En los últimos años, la demanda de energía renovable por parte de las empresas ha crecido de forma exponencial, impulsada por el compromiso de reducir su huella de carbono y alinearse con los estándares internacionales de sustentabilidad.
“Al haber más demanda que oferta de energía renovable, el MATER hoy es el principal driver de crecimiento”, destacan los especialistas en la materia.
La transición hacia las energías renovables no es solo una prioridad en Argentina, sino un objetivo compartido a nivel mundial. Según el informe Global Energy Perspective 2024 de McKinsey, las energías renovables se triplicarán hacia 2050, alcanzando el 50% de la generación mundial para 2030 y hasta el 90% para mediados de siglo.
Sin embargo, esta transición no está exenta de retos. Sectores como el transporte, altamente dependientes de combustibles fósiles, requieren innovaciones significativas para incorporar fuentes de energía limpia. Además, el aumento proyectado de la población mundial en 2.000 millones de personas incrementará la demanda energética, lo que exige inversiones masivas en infraestructura y una reformulación integral de las matrices energéticas actuales.
Argentina: avances en la transformación de su matriz energética
En el contexto argentino, la transición energética está avanzando a paso firme, con el MATER como uno de los pilares principales. Los beneficios de apostar por las energías renovables trascienden lo ambiental. Además de reducir emisiones, el país está logrando importantes ahorros en divisas, generando empleos y promoviendo la innovación en un sector que se perfila como estratégico para el futuro.
CAMMESA adjudicó en octubre 12 nuevos proyectos energéticos con una capacidad total de 990 MW de prioridad de despacho en la convocatoria del segundo trimestre del MATER. Los proyectos seleccionados incluyen 6 parques solares que suman 406 MW y 6 parques eólicos con una capacidad de 584 MW, elegidos entre cerca de 40 propuestas que aspiraban a obtener 2800 MW en potencia.
De los proyectos adjudicados, 4 plantas solares, que aportan 200 MW ubicados en el corredor Centro-Cuyo-Noroeste Argentino, y 5 parques eólicos, con 283,4 MW distribuidos entre las regiones Centro-Cuyo-NOA, Comahue y Patagonia-Buenos Aires, fueron asignados mediante un sistema de desempate y bajo el mecanismo Referencial “A”.
Entre los proyectos sin necesidad de desempate, se encuentran los parques solares San Carlos Norte (115,83 MW, a cargo de Eoliasur) y MSU Chos Malal (100 MW, de MSU Green Energy), así como el parque eólico Energía Pura (300 MW, desarrollado por ABO Energy), todos ubicados en áreas con capacidad de transporte disponible.
El crecimiento de este mercado ha sido un reflejo del compromiso del sector privado, que está asumiendo un rol central en este cambio. Este mercado no solo promueve la reducción de costos a largo plazo para las empresas, sino que también las posiciona competitivamente en un mundo que avanza hacia la sostenibilidad.
“Los beneficios no son sólo ambientales: la generación de energía renovable permite al país ahorrar divisas, generar puestos de trabajo y aportar innovación y negocios en línea con el futuro energético que reclaman las nuevas generaciones”, enfatizan los expertos.
La creciente adopción de energías renovables por parte de las empresas argentinas refleja un cambio de mentalidad. Más allá del cumplimiento normativo, las organizaciones están integrando la sostenibilidad en sus modelos de negocio como una ventaja competitiva y una respuesta a las demandas de los consumidores y las nuevas generaciones.
El MATER ha demostrado ser un catalizador para este cambio, proporcionando un marco regulatorio claro y oportunidades de negocio que facilitan la integración de fuentes limpias en las operaciones de las empresas. Este compromiso es esencial para alcanzar los objetivos de la Ley 27.191, que marca el rumbo de la transición energética en el país.
El impacto del MATER en la matriz energética de Argentina no se limita al corto plazo. A medida que más empresas opten por contratar energía renovable a través de este mercado, la demanda de proyectos de generación crecerá, impulsando aún más la inversión en infraestructura y tecnología.
Además, su fortalecimiento posiciona a Argentina como un actor relevante en la región en términos de energía limpia, al tiempo que contribuye a los esfuerzos globales para mitigar el cambio climático. En un contexto global liderado por Europa, donde la transición energética es una realidad acelerada, el compromiso argentino con las energías renovables demuestra que el país está alineado con las tendencias y demandas internacionales.
Y ese compromiso de incrementar este fortalecimiento, radica en la demanda sostenida a los generadores de energía, por parte de las principales empresas argentinas que hoy celebran contratos en el MATER para abastecerse de energía renovable. Entre ellas se destacan, firmas tan importantes y diversas como Nestlé, Banco Santander, Directv, Coca-Cola, QuickFood, Arcoir, Laboratorios Temis Lostaló, Cervecería Quilmes, Biogénesis Bagó, Loma Negra, Scania, Crown, Petroquímica Cuyo, Atanor, Toyota, Aysa y Poffertil, entre otras.
Cabe aclarar que casi todas las empresas que ingresaron al Mater, ya han superado el 20% de cumplimiento requerido por la legislación hasta 2025, y dependiendo de su demanda y los contratos firmados, algunas ya logran satisfacer entre el 20% y el 100% de su necesidad. La mayoría de estos contratos tienen una duración promedio de cinco años.
La transformación energética no es solo una cuestión ambiental, sino también económica y social. En un mundo que avanza rápidamente hacia fuentes de energía renovables, el MATER se erige como un puente entre las necesidades empresariales y los objetivos de sostenibilidad.
Con el respaldo del sector privado y un marco normativo sólido, Argentina tiene la oportunidad de liderar en la región y mostrar que la transición energética no solo es posible, sino también beneficiosa en múltiples dimensiones.
El desafío será mantener el ritmo de crecimiento y superar las barreras existentes, como la falta de infraestructura y la necesidad de más proyectos para satisfacer la creciente demanda. Sin embargo, con el impulso del MATER y la colaboración entre los sectores público y privado, el país tiene todas las herramientas para seguir avanzando hacia un futuro más limpio y sustentable.
CAMMESA aclaró que se podrían instalar más de 37.000 MW de nueva capacidad renovable en Argentina hasta el final de la corriente década, por lo que la potencia verde total en el MEM podría superar los 10.000 MW antes del año 2030.