La revolución de las energías renovables: por qué son más baratas que nunca frente a los combustibles fósiles

Los combustibles fósiles solían liderar el suministro energético mundial por ser más económicos, pero en los últimos años, gracias a los avances tecnológicos las energías renovables han logrado bajar sus precios significativamente, dejando atrás a los fósiles en la carrera por la competitividad.
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El panorama energético global está viviendo una transformación sin precedentes. En la última década, las energías eólica y solar han experimentado un crecimiento impresionante, desafiando las estructuras tradicionales del suministro eléctrico y posicionándose como las fuentes de energía más dinámicas del siglo XXI. 

Un nuevo capítulo en la historia de la energía se ha abierto, con avances tecnológicos, reducción de costos y un impulso sin igual en la adopción de energías limpias por parte de países de todo el mundo.

En 2023, la energía eólica alcanzó un hito significativo al generar un teravatio (TW) de electricidad por primera vez en la historia. Este logro es equivalente a la capacidad total instalada de energía en los Estados Unidos, una potencia energética considerable. Mientras tanto, la energía solar ya había superado este umbral un año antes, en 2022, consolidando su papel fundamental en la transición hacia un sistema energético más sustentable.

La electricidad de fuentes renovables es ahora más barata que nunca. Y esta afirmación que sostienen varios expertos en energía, se corrobora, entre otros muchos informes, con el reciente estudio publicado en 2024 por la consultora internacional Lazard, que hace un análisis del costo nivelado de la energía, según el tipo de renovable que se considere, frente a las provenientes de combustibles fósiles, como el carbón y el gas.

El trabajo analizó 5 energías limpias (energía solar fotovoltaica, energía geotérmica, torre solar térmica, energía eólica terrestre y la controvertida energía nuclear). Y profundizó sobre 3 energías contaminantes (plantas de gas pico, plantas de gas combinado y carbón).

Y buscó evidenciar los costos de la electricidad (dólares por MWh) generados entre 2009 y 2020, tomando el precio mínimo al cual los proveedores deben vender electricidad para cubrir los costos de operación durante toda la vida útil de una planta.

*La energía solar fotovoltaica, una planta tenía un costo en dólares en 2009 de  U$S359/MWh y en 2020 se bajó a solo U$S 40/MWh (generó un cambio del -89%).

*La energía eólica terrestre costó en 2009 U$S 135/MWh y solo U$S 37/MWh (cambio: -70%).

*La Torre solar térmica pasó de U$S 275/MWh en 2009 a U$S 141/MWh (cambio: -49%).

*La energía geotérmica: en 2009: U$S 83/MWh y en 2020 de U$S 59/MWh (cambio: -29%).

*Y la energía nuclear pasó de U$S 123/MWh en dicho año a U$S 163/MWh en 2020 (cambio: +33%).

*Respecto a las energías contaminantes, tenemos al carbón que tenía un costo de U$S 111/MWh en 2009 a U$S 112/MWh en 2020. Si bien fue casi idéntico el precio, lo cierto es que subió en lugar de bajar como las renovables (cambio: +1%).

*Lo mismo sucedió con las plantas de gas combinado U$S 76/MWh en 2009 a U$S 80/MWhen 2020 (cambio: +5%).

*Y en las plantas de gas pico, funcionan solo durante periodos de alta demanda y, por ello, son más costosas, se incrementó de U$S 168/MWh en 2009 a U$S 175/MWh en 2020 (cambio: +4%).

Sigue la dependencia al carbón

Desde 2010, las emisiones de carbono derivadas de la generación de electricidad a partir de carbón y gas han aumentado un 22% y un 37%, respectivamente, según datos de 2024 que se desprenden de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA).

A pesar de que las energías renovables están en expansión, el consumo de combustibles fósiles sigue siendo masivo debido a la creciente demanda global de electricidad, especialmente en Asia, donde el consumo se ha triplicado en los últimos 20 años. 

Aunque la dirección hacia un futuro más limpio es clara, los expertos advierten que es necesario acelerar la adopción de energías renovables si se quieren evitar los peores efectos del cambio climático. En regiones como Asia, las energías renovables están comenzando a sustituir progresivamente al carbón y al gas, pero la dependencia de estos combustibles fósiles sigue siendo alta. En países como China, India y Vietnam, el rápido crecimiento económico ha generado una mayor demanda de electricidad, lo que, en muchos casos, sigue estando ligado a la quema de carbón y gas.

No obstante, la tendencia comienza a cambiar. En los países más desarrollados, particularmente en Europa y América del Norte, la energía eólica se ha convertido en un pilar fundamental, especialmente en invierno, cuando la demanda energética alcanza su pico. Además, la energía solar, combinada con almacenamiento en baterías, está demostrando ser cada vez más competitiva frente a las opciones de gas y carbón, como lo demuestra el caso de Australia, donde la energía solar y las baterías son más baratas que una instalación eléctrica común.

El precio de la energía renovable: un cambio de paradigma

Uno de los aspectos más revolucionarios de esta transición es el cambio en la economía de la energía. Tradicionalmente, los combustibles fósiles dominaron el suministro energético mundial debido a su bajo costo. Sin embargo, en la última década, los precios de la energía procedente de fuentes renovables han disminuido de manera significativa, mientras que los costos de los combustibles fósiles no han seguido el mismo ritmo de reducción. 

El factor fundamental de este cambio es que las tecnologías de energía renovable siguen curvas de aprendizaje, lo que significa que con cada duplicación de la capacidad instalada acumulada su precio disminuye en la misma fracción. Sin embargo, el precio de la electricidad procedente de fuentes de combustibles fósiles no sigue curvas de aprendizaje, por lo que deberíamos esperar que la diferencia de precio entre los combustibles fósiles caros y las energías renovables baratas sea aún mayor en el futuro.

Este es un argumento a favor de realizar grandes inversiones para ampliar las tecnologías renovables ahora. El aumento de la capacidad instalada tiene la consecuencia positiva sumamente importante de que reduce el precio y, por lo tanto, hace que las fuentes de energía renovable sean más atractivas, antes. 

Según informes de diversas fuentes, ahora es más barato generar electricidad a partir de nuevas instalaciones de energía solar y eólica que de nuevas plantas de combustión. A medida que los costos sigan cayendo y las tecnologías continúen mejorando, será solo cuestión de tiempo antes de que las energías renovables cubran toda la demanda energética mundial, desplazando por completo a los combustibles fósiles. Lo que hace falta ahora es voluntad política, inversión y una planificación estratégica para hacer de esta transición una rápida y eficiente.

La energía eólica y solar han irrumpido en el mercado global como los grandes protagonistas de la transición energética. Con cada avance tecnológico y reducción de costos, nos acercamos un paso más hacia un futuro con menos emisiones de carbono y una mayor eficiencia energética. 

Sin embargo, para evitar que el calentamiento global alcance niveles catastróficos, es crucial que esta transformación se acelere. Con una combinación de políticas públicas, inversiones estratégicas y el compromiso global, el sueño de un mundo alimentado por energías renovables no está tan lejano como parece.

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