Las energías limpias están teniendo un nuevo impulso de la mano de proyectos a medida del consumidor. Los nuevos parques eólicos y solares que consiguen avanzar y entrar en operación son aquellos en los que empresas de distintos rubros buscan comprar la energía limpia que generan.
En la Argentina, el crecimiento del uso de energías renovables es una tendencia en pleno crecimiento tanto a partir de propuestas de incentivo público como también de iniciativas privadas que ven una forma para ahorrar energía, ser más eficientes y más amigables con el medio ambiente.
La tendencia ahora es aprovechar el rendimiento energético de parques eólicos y solares existentes, donde la clave pasa por comprar la energía limpia que generan para bajar los costos de la electricidad corriente consumida y también cumplir con las metas de descarbonización y reducir la huella de carbono, que cada vez más empresas están obligadas a respetar.
En esa sintonía, también son cada vez más las compañías con alto consumo energético y con el compromiso de ser menos contaminantes para el medio ambiente que se asocian en la construcción de estos parques verdes.
En Argentina está vigente la Ley 27.191 sobre energías renovables que dispone que para el año 2025 la matriz energética debe ser proveniente al menos en un 20% de fuentes renovables. Y en el país hay alrededor de 3000 grandes usuarios sobre un universo de 650.000 usuarios industriales, comerciales, pymes y de servicios, que deberán hacer una transición energética sostenible. Para los grandes usuarios de electricidad, que son los que consumen más de 300 kW diarios, está la posibilidad de adecuarse a la modalidad del Mercado a Término de Energía Eléctrica de Fuentes Renovables (Mater).
Según un nuevo informe publicado por la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) y la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés), las inversiones anuales en energía limpia en las economías emergentes y en desarrollo tendrán que triplicarse con creces, pasando de los 770.000 millones de dólares invertidos en 2022 a 2,8 billones a principios de la década de 2030 para satisfacer las crecientes necesidades energéticas y cumplir los objetivos climáticos establecidos en el Acuerdo de París.
El informe, Scaling Up Private Finance for Clean Energy in Emerging and Developing Economies, muestra que las inversiones públicas por sí solas serían insuficientes para lograr el acceso universal a la energía y hacer frente al cambio climático. El aumento de la financiación pública puede utilizarse más eficazmente en asociación con el capital del sector privado para reducir los riesgos de los proyectos, un concepto conocido ampliamente como financiación mixta.
Según el informe, dos tercios de la financiación de proyectos de energía limpia en las economías emergentes y en desarrollo (fuera de China) deberán proceder del sector privado. Los actuales 135.000 millones de dólares anuales de financiación privada para energías limpias en estas economías tendrán que aumentar hasta 1,1 billones de dólares anuales en la próxima década.
“El mundo actual de la energía avanza rápidamente, pero existe un gran riesgo de que muchos países de todo el mundo se queden atrás. La inversión es la clave para garantizar que puedan beneficiarse de la nueva economía energética mundial que está emergiendo rápidamente”, afirmó Fatih Birol, director ejecutivo de la IEA. “Las necesidades de inversión van mucho más allá de la capacidad de la financiación pública por sí sola, por lo que es urgente aumentar rápidamente la financiación privada para proyectos de energía limpia en las economías emergentes y en desarrollo”, explicó.
Inversiones privadas en Argentina
Las inversiones privadas en materia solar en el país comenzaron con la incentivación que propuso el sector público. Así, el primer impulso de la generación renovable comenzó con las licitaciones del programa RenovAr lanzado por el Estado en 2016, lo que facilitó el desarrollo de los primeros proveedores y la construcción de parques de generación verde en todo el país.
El resultado inicial fue la instalación de más de 5000 megawatts (MW) en plantas generadoras que llevaron a que en la actualidad casi el 15% de la matriz energética sea de fuentes renovables.
La conveniencia de ser autosustentable, ahorrar en la factura de luz convencional, bajar la huella de carbono, ser más eficiente en términos energéticos y hasta vender el sobrante de la energía producida, hizo que las empresas quieran abastecerse de electricidad de fuentes limpias, lo que promueve la generación de cada vez más parques solares o eólicos.
Un ejemplo de ello es la construcción reciente del parque eólico en San Luis a través de la iniciativa conjunta de Petroquímica Comodoro Rivadavia (PCR) y ArcelorMittal Acindar, la empresa del segmento de aceros largos de la Argentina que hoy cuenta con abastecimiento de energía eólica para sus operaciones.
En 2019, Cervecería y Maltería Quilmes acordó con Central Puerto abastecerse durante 20 años con el 100% con energía renovable, a partir de la construcción de un parque eólico en la localidad cordobesa de Achiras, con una inversión de 283 millones de dólares. Dueños de la producción del 30% total del sembrado de cebada del país, desde Quilmes utilizan 1 millón de toneladas provenientes de unas 300 mil hectáreas, por lo que la necesidad de que esta extracción se haga dentro de los parámetros ambientales de la agricultura regenerativa y sustentable es de importancia vital para el país.
Para 2025, según expresaron en su último informe de sustentabilidad, esperan que el 100% de los agricultores que articulen con Quilmes se encuentren “conectados, empoderados y capacitados” para poder avanzar hacia un modelo de producción sustentable.
Otro ejemplo destacable es el de Mercado Libre, el primer unicornio argentino y una de las pocas compañías en emitir un bono de sostenibilidad millonario dedicado a impulsar diversas estrategias ambientales. “Somos emprendedores que sabemos que la sustentabilidad es un camino de mejora continua, con muchos desafíos por delante. Pero tenemos un enfoque claro: el momento de actuar es ahora”, expresaron en la compañía.
“El bono sustentable es por un total de US$ 400 millones al 2,375% con vencimiento en 2026 y tiene el objetivo de destinar los fondos a potenciar la inversión en tres áreas prioritarias de nuestra estrategia de crecimiento sostenible en la región, que son la electromovilidad, la eficiencia energética y la protección de la biodiversidad nativa entre las medidas sostenibles”, agregó el informe.
“Invertimos en soluciones innovadoras y eficientes para que nuestro negocio crezca en armonía con el planeta, reduciendo nuestro impacto ambiental. Asumimos el desafío de liderar la transición del comercio electrónico hacia una economía baja en carbono”, expresaron.
Mercado Libre ha estado impulsando la movilidad sustentable en los últimos años, llegando a contar actualmente con 548 vehículos eléctricos en su flota. Para ello, como ejemplo, han apuntado a la compra de 164 vans eléctricas en México, uno de los países con más puntos de carga disponibles en la región gracias a la estrategia gubernamental para expandir la electromovilidad.
La gran expansión que ha tenido la empresa los ha obligado a inaugurar diversos puntos de logística por el continente, donde el consumo energético es uno de los aspectos a tener en cuenta para reducir la huella de carbono. “Los 11 centros de distribución son monitoreados por una estrategia de medición inteligente que permite tener un seguimiento preciso y en tiempo real del consumo. Gracias al uso de sensores y paneles de control inteligentes en tiempo real, somos capaces de tomar decisiones rápidas en la operación y mejorar así la eficiencia”, explicaron.
Tal es el compromiso empresarial que ha elaborado un piloto de medición inteligente que funciona en Argentina y que permitió reducir hasta un 10% del consumo energético en el país. Gran parte de este número conquistado fue gracias a la instalación de sistemas de energía solar. Vale aclarar que la empresa mide la huella de carbono desde 2016, alcanza a sus operaciones y a la cadena de valor. Además, lógicamente, la empresa ya inició un proceso de migrar el 100% de sus operaciones hacia fuentes de energía renovables.
