El Mundial 2026 no solo marcará el debut del formato con 48 selecciones; también será uno de los grandes eventos deportivos con mayor integración de energías renovables en su infraestructura. Varias de las sedes ya operan con paneles solares, iluminación eficiente y sistemas de gestión energética que reducen costos y emisiones.
A continuación, destacamos tres estadios que implementarán energía solar de cara a la Copa del Mundo y una mirada sobre cómo este modelo podría aplicarse en Argentina.
En Estados Unidos, más precisamente en California (el estado más avanzando en el país en el desarrollo renovable), el Levi´s Stadium emerge como el estadio más “solar” de la próxima Copa del Mundo, al contar con un sistema de 375 kW. Cuenta con más de 1.150 paneles solares distribuidos entre pérgolas, terrazas y zonas de circulación que generar un estimado anual de 650-700 MWh, suficiente para abastecer toda la energía consumida en los partidos de temporada regular de los San Francisco 49ers. El estadio tiene una capacidad de 68.500 espectadores.

Por su parte, en México el Estadio Akron (la casa de las Chivas de Guadalajara), que también será sede del Mundial 2026, incorporó en los últimos años un sistema solar conectado a red con una potencia aproximada de 180 kW, instalado en sectores superiores del estadio y áreas de acceso. Esto le permite generar un aproximado de 260-280 MWh. El club y las autoridades locales analizan la ampliación del sistema hacia 2026 para reforzar el perfil sostenible de la sede. Este caso es particularmente inspirador para América Latina: demuestra que, aun sin una megaestructura, los estadios pueden reducir su demanda eléctrica con inversiones razonables y escalables. El estadio tiene capacidad para 48.071 personas.

Por último, en Canadá el BC Place de Vancouver combina tecnologías de eficiencia energética con un sistema solar distribuido de alrededor de 150 kW, instalado en zonas exteriores del estadio y en edificios complementarios del complejo. Este sistema le permite generar 200 MWh anuales, este modelo canadiense muestra que la energía solar es aún más efectiva si se combina con medidas de eficiencia y gestión energética, reduciendo consumo y picos de demanda.

Si bien estos casos son los más representativos en materia de energía solar instalada, otras sedes del Mundial 2026 también incorporan elementos de infraestructura sostenible. Estadios como el SoFi Stadium (Los Ángeles), el AT&T Stadium (Arlington) o el BMO Field (Toronto) no cuentan con plantas fotovoltaicas de gran escala, pero sí integran iluminación LED de última generación, sistemas automatizados de climatización, techos de alta eficiencia y superficies “solar ready” que permiten futuras expansiones fotovoltaicas sin modificar la estructura principal. En varios casos, además, se apoyan en redes locales impulsadas por energías renovables, reforzando el perfil ambiental del evento.
¿Se puede replicar estos modelos en las “canchas” argentina?
La experiencia de estas sedes del Mundial 2026 tiene un denominador común: la energía solar se integra sin alterar el uso del estadio y se convierte en un activo económico y ambiental. En Argentina, varios estadios o predios de los clubes presentan condiciones ideales para instalar potencias de entre 300 kW y 1 MW, especialmente en techos de tribunas, edificios auxiliares y zonas de estacionamiento. Además, con la implementación de la Ley de Generación Distribuida los clubes pueden inyectar los excedentes que genera el estadio cuando no hay día de partido.
La energía solar puede abastecer los consumos eléctricos fuera de los días de partido: sedes sociales, canchas auxiliares, oficinas administrativas, gimnasios, concentraciones, pensiones y escuelas deportivas. En muchos clubes, estas actividades representan la mayor parte del uso energético cotidiano, por lo que una planta fotovoltaica bien dimensionada podría cubrir una porción significativa de la demanda.
Otro punto clave es que la energía solar abre una oportunidad económica concreta para los clubes. Con tarifas en aumento todos los meses y consumos elevados, la instalación de un sistema fotovoltaico permite reducir gastos fijos, estabilizar costos operativos y mejorar la previsibilidad presupuestaria. A su vez, muchos sponsors vinculados a la sustentabilidad buscan asociarse a proyectos energéticos, lo que puede facilitar el financiamiento de estas obras.
En definitiva, la incorporación de energía solar en estadios ya es una tendencia consolidada en varios países y ofrece aprendizajes claros para Argentina. No se trata de grandes obras ni de transformaciones complejas, sino de aprovechar superficies disponibles y tecnología madura. Para los clubes, puede convertirse en una herramienta útil para reducir costos y mejorar la eficiencia. El Mundial 2026 simplemente vuelve más visible un camino que ya está al alcance.