La idea de este proyecto se basa en elevar los paneles por encima de autopistas para construir “techos solares”.
Un estudio realizado por la Academia de Ciencias de China mostró que cubrir las autopistas del planeta con “techos solares” permitiría generar la energía suficiente para abastecer el 60% del consumo mundial de electricidad, permitiendo reemplazar gran parte de la generación a partir de combustibles fósiles.
El potencial de desarrollo de esta iniciativa es enorme, ya que hay más de 3,2 millones de kilómetros de autopistas a nivel global. Si gran parte de estas vías estuvieran cubiertas con paneles solares la producción renovable aumentaría significativamente. Se estima que se puede generar más de 21 millones de kWh de energía limpia cada 1 km anualmente, suficiente para abastecer 3.500 hogares todo el año.
Si bien se observan cada vez más paneles en los techos de los estacionamientos, las autopistas solares a gran escala aún se encuentran en sus etapas iniciales. En gran parte, debido a que están en proceso de superar algunos desafíos que incluyen (por ahora) los altos costos de instalación y mantenimiento, y también otras cuestiones como la limpieza de la gran cantidad de paneles solares.
A pesar de esto, varios países ya comenzaron con pruebas piloto para demostrar el potencial de esta tecnología. Los investigadores evaluaron el costo y la viabilidad de construir “techos solares” en autopistas en diferentes regiones, ya que los mismos variarían de acuerdo con la ubicación debido a la diferencia de radiación solar recibida. El este de China, Europa occidental, Estados Unidos y Canadá se posicionan como los principales candidatos para la implementación inicial.
Este novedoso sistema tendría la capacidad de reemplazar el equivalente a cerca de 10 mil millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero al año, comparable a dos tercios de las emisiones de dióxido de carbono de Estados Unidos en 2022.
Además de las ventajas ambientales, los paneles solares en autopistas contribuirían a mejorar la seguridad vial, ya que protegerían a los conductores de las inclemencias climáticas como la lluvia o nieve. Se estima que este proyecto reduciría los accidentes de tránsito en casi un 11% particularmente en áreas con altas precipitaciones. A esto se suma que la protección de los impactos causados por el sol y el agua puede prolongar la vida útil de las autopistas por 20 años.
La energía solar fotovoltaica es la fuente renovable que más ha crecido en los últimos años a medida que los costos de esta tecnología continúan cayendo. En este contexto, el proyecto de autopistas solares se posiciona como una innovación más que interesante de cara al futuro para transitar el proceso de transición energética en curso.