La primera fábrica de baterías y celdas de litio a nivel nacional es un proyecto encabezado por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) en colaboración con la empresa Y-TEC. La construcción de la misma inició en el 2021 y ahora se encuentra a “un paso” de comenzar la producción. Según asegura el vicepresidente académico de la UNLP, Fernando Tauber, todos los equipos ya están instalados y listos. Solo falta conectar la planta al tendido eléctrico y recibir a una comitiva de la empresa china Xiamen Tmax Battery Equipments Limited para certificar el equipamiento.
“Nuestro litio ya no se limitará a la exportación; ahora se transformará en productos terminados de fabricación nacional, sumando valor agregado aquí en La Plata”, afirmó Tauber. Las 17 salas de la planta ya cuentan con todos los equipos instalados y listos para comenzar la producción. Los proveedores de las máquinas vendrán a “encender y certificar que el equipamiento instalado cumple con los estándares de calidad y capacidad productiva estipulados en el contrato”. La llegada de estos especialistas se coordinará “en las próximas semanas”.
En 2022 llegaron desde China 13 contenedores de más de 115 toneladas de carga y 70 máquinas para fabricar las baterías y celdas en cuestión. Se espera que esta instalación produzca aproximadamente 13 MWh al año, lo que equivale a unas 1.000 baterías para almacenamiento de energía renovable o 50 para colectivos eléctricos.
El otro gran proyecto relacionado al litio en Argentina tiene que ver con la inauguración de la primera planta comercial de producción de hidróxido de litio en el país ubicada en el Parque Industrial de General Güemes, provincia de Salta. El proyecto fue desarrollado por la minera surcoreana POSCO (Pohang Iron and Steel Company) y forma parte del proyecto “Sal de Oro”, el cual representa una inversión de más de 800 millones de dólares y se calcula que producirá 25.000 toneladas de hidróxido de litio anuales.
La materia prima para la planta provendrá del Salar del Hombre Muerto, adquirido por POSCO Argentina en 2018 (el cual se ubica en las provincias de Salta y Catamarca). Desde entonces, el cronograma de desarrollo ha incluido actividades de exploración iniciadas en 2019, la construcción de una planta de demostración en 2020 y el inicio de la Planta Comercial 1 (CP1) en 2022, que se divide en una sección upstream en la Puna y otra downstream en General Güemes, esta última ahora inaugurada en estos días. En 2023, la compañía comenzó la construcción de la Planta Comercial 2 (CP2) en la misma región.
El hidróxido es, junto con el carbonato y el cloruro, uno de los principales compuestos del litio y se usa, entre otras aplicaciones, para la producción de baterías. El presidente de POSCO Argentina, Kwangbok Kim, anunció que para el próximo año se prevé alcanzar una capacidad de producción de 50.000 toneladas de hidróxido de litio anuales.
La región de la Puna alberga 13 de los 15 salares más grandes del mundo, abarcando una superficie aproximada de al menos 50.000 km², tres de ellos están en Salta, además del Salar del Hombre Muerto, se encuentran el Salar de Arizaro y las Salinas Grandes (compartidas con Jujuy).
Argentina ha triplicado su capacidad para producir carbonato de litio en los últimos dos años, consolidándose como el cuarto mayor productor del mundo, detrás de Australia, Chile y China. En cuanto a reservas, ocupa el tercer lugar, superado solo por Chile y Australia, y es el segundo en recursos, detrás de Bolivia.
Actualmente, el país cuenta con una cartera de 50 proyectos de litio en diferentes etapas de desarrollo, de los cuales cuatro ya están en producción. Estos proyectos son Olaroz (de Arcadium Lithium, una fusión de la australiana Allkem y la estadounidense Livent), Fénix (también de Arcadium Lithium), Cauchari Olaroz (de la empresa china Ganfeng) y Centenario Ratones (de Eramine Sudamérica, participada por el grupo francés Eramet y la productora de acero china Tsingshan).
En conjunto, estos cuatro proyectos tienen una capacidad instalada de producción de 136.500 toneladas de carbonato de litio equivalente (LCE) al año.
Los dos proyectos en ejecución no solo destacan el potencial de Argentina en el sector del litio, sino que también buscan generar valor agregado y soberanía sobre los recursos naturales del país, transformando la materia prima en productos de alto valor en el mercado global. A partir de proyectos como estos, Argentina se posiciona como un jugador fundamental en la transición energética y el desarrollo sostenible en la región.