La transición energética en la Argentina no se detiene. En una geografía privilegiada para aprovechar tanto el recurso solar como el eólico, en el corazón de San Luis, un complejo energético comenzó a escribir una nueva página en la historia renovable nacional.
Con la reciente incorporación de una planta solar de 18 megavatios (MW), el Parque San Luis Norte se convirtió oficialmente en el primer parque híbrido solar-eólico de la Argentina. Esta obra, desarrollada por la empresa Petroquímica Comodoro Rivadavia (PCR) en conjunto con ArcelorMittal Acindar, alcanza ahora una potencia instalada total de 130,5 MW y se posiciona como un emblema de eficiencia, innovación y compromiso ambiental.
El parque está ubicado en la localidad de Toro Negro, en el departamento de Belgrano, y se despliega sobre una superficie de 1500 hectáreas. Allí, 25 aerogeneradores conviven con 35.000 paneles solares montados sobre estructuras móviles que siguen el recorrido solar.
La sinergia entre el viento y el sol no solo permite una producción más estable, sino que también multiplica el aprovechamiento de la infraestructura disponible. La energía generada ya se encuentra conectada al Sistema Argentino de Interconexión (SADI) desde la medianoche del 11 de julio, luego de que Cammesa habilitara su operación comercial.
Desde PCR destacaron que “el Parque San Luis Norte tiene una capacidad instalada equivalente a más de un tercio del consumo de energía de la provincia”, un dato que refleja la escala del proyecto y su impacto directo en la matriz energética local. El complejo tiene capacidad para abastecer a más de 210.000 hogares por año y evita la emisión de unas 190.000 toneladas de dióxido de carbono anuales, lo que lo convierte en una herramienta clave en la lucha contra el cambio climático.
El carácter híbrido del parque representa mucho más que una innovación técnica. Se trata de una estrategia inteligente frente a una de las principales debilidades de las fuentes renovables: su intermitencia. Al combinar generación eólica y solar, el sistema puede equilibrar momentos de baja producción de uno u otro recurso, manteniendo la entrega constante de energía limpia a la red.
“Se trata del primer parque híbrido del país que permite capturar tanto el recurso eólico como el solar, reduciendo así la intermitencia. Esto aprovecha la calidad de ambos recursos, la infraestructura de lo ya construido y la disponibilidad del predio de 1500 hectáreas que cuenta con 25 aerogeneradores”, informaron desde ambas empresas que conforman la sociedad Generación Eléctrica Argentina Renovable I.
La instalación solar se montó sobre la misma red eléctrica ya utilizada por el parque eólico, lo que permitió optimizar tiempos y recursos, además de reducir significativamente los costos asociados a nuevas obras de transporte. Esta eficiencia en el uso de infraestructura existente también anticipa una tendencia a replicar este tipo de combinaciones en otras regiones del país.
La planta solar requirió de una inversión de aproximadamente 18 millones de dólares, mientras que la primera etapa del parque eólico, con sus 25 aerogeneradores de última generación, insumió 210 millones. En total, se trata de una apuesta estratégica de alto impacto para las dos compañías socias, que operan el complejo a través de la sociedad GEAR I S.A., en la que PCR posee el 51% y ArcelorMittal Acindar el 49%.
La energía generada por San Luis Norte no se dirige únicamente al mercado general. Parte de ella abastecerá directamente a las plantas industriales que ArcelorMittal Acindar posee en Argentina, en el marco de su programa corporativo de descarbonización. Así, el parque también se transforma en una herramienta productiva que refuerza la competitividad de la industria nacional.
Una señal clara hacia la transición energética
La puesta en marcha de San Luis Norte representa más que un logro técnico: es una señal concreta de que la Argentina está avanzando en su camino hacia una matriz energética más diversificada, resiliente y respetuosa del ambiente. La integración de distintas fuentes limpias en un mismo proyecto no solo mejora el desempeño técnico, sino que también contribuye a consolidar un modelo energético sustentable a largo plazo.

Este tipo de desarrollos se alinea con los objetivos de reducción de emisiones establecidos por el país en sus compromisos climáticos internacionales. Además, colocan a la Argentina en sintonía con una tendencia que crece en todo el mundo: la de los parques híbridos, que permiten maximizar la eficiencia sin duplicar la infraestructura.
En este sentido, desde PCR recordaron que el parque solar se conecta al SADI utilizando la infraestructura del parque eólico preexistente. De esta manera, el complejo puede “evacuar la generación a través de la infraestructura existente del parque eólico”, lo que demuestra cómo una planificación inteligente puede acelerar la adopción de energías limpias sin grandes sobresaltos logísticos ni financieros.
El avance de este proyecto se sostiene sobre la experiencia acumulada de PCR, una compañía centenaria que comenzó en el negocio petrolero, pero que desde 2016 se volcó a la generación de energías renovables. En los últimos dos años, la empresa inauguró cuatro parques eólicos y ahora suma su primera incursión solar. Hoy opera cerca de 550 MW entre eólica y solar, lo que la posiciona entre los principales actores del sector en el país.
En paralelo al desarrollo de San Luis Norte, PCR y Acindar están impulsando un nuevo parque eólico de 180 MW en la localidad bonaerense de Olavarría, con una inversión proyectada de 255 millones de dólares. El proyecto fue presentado a principios de año para incorporarse al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), y contempla también obras clave de transporte eléctrico en las estaciones transformadoras de Ezeiza y Olavarría. Estas obras son fundamentales para ampliar la capacidad de transmisión en el corredor de la línea de alta tensión de 500 kV que une Bahía Blanca con Abasto, otro paso estratégico en el fortalecimiento de la red eléctrica nacional.
El proyecto San Luis Norte se suma a una tendencia clara de expansión de las energías renovables en el país. La capacidad instalada de energía eólica ya supera los 4300 MW, distribuida en cerca de 70 parques en funcionamiento. La energía solar, por su parte, alcanza los 2080 MW, con una fuerte concentración en las regiones del NOA, Cuyo y otras zonas del oeste del país.
En conjunto, estas fuentes renovables, incluidas en el marco de la Ley 26.190, ya representan aproximadamente el 16% del total de la potencia instalada a nivel nacional. Aunque los avances son significativos, el margen de crecimiento aún es amplio. Iniciativas como San Luis Norte no solo agregan nueva capacidad al sistema, sino que también ayudan a construir un modelo energético más ágil, sustentable y preparado para los desafíos de la transición energética.
La expansión del modelo híbrido
Mientras San Luis toma la delantera con su parque híbrido, otras provincias también avanzan en esa dirección. En La Rioja, el complejo Arauco –conformado por varios parques eólicos desde 2009– comenzó a construir una planta solar de 50 MW que lo convertirá en el segundo parque híbrido de la Argentina y el primero en el norte del país. Allí, el objetivo también es combinar las fortalezas del viento y el sol para lograr una generación más eficiente y continua.
La expansión de estos modelos mixtos representa una evolución lógica del sector. Con el precio de los paneles solares en baja, la creciente eficiencia de los aerogeneradores y una mayor demanda de energía limpia, las condiciones están dadas para que los parques híbridos se multipliquen en distintas regiones del país. La clave estará en replicar experiencias exitosas como la de San Luis Norte, donde la cooperación público-privada, la planificación estratégica y la inversión sostenida se combinaron para dar forma a un proyecto de alto valor tecn