Enero y febrero pasado no fueron la excepción de lo sucedido años atrás. Tras varios cortes de energía durante el verano, llegó el sombrío 5 de marzo, con dos cortes el mismo día que afectó a una amplia franja de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y varios barrios del sur del Conurbano bonaerense. Los apagones en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) afectaron a 622.000 usuarios, que representan aproximadamente a dos millones de personas. La falta de suministro eléctrico ocurrió durante una jornada de 44°C de sensación térmica.
¿Por qué se corta la luz en la Argentina? ¿Por qué, año tras año, la misma situación? ¿Por qué millones de personas atraviesan días eternos sin electricidad ni agua, con temperaturas insoportables?
Las respuestas parecen ser las misma de siempre, aunque haya gobiernos de distinto signo político: falta de inversiones, poco mantenimiento, picos de consumo y una red que no aguanta. “Los cortes eléctricos tienen diferentes causas en la Argentina, y para entenderlas, hay que explicar los eslabones que tiene el servicio eléctrico en el país. La generación es el primer eslabón y lo primero que veo es falta de oferta. La transmisión en la alta tensión es el segundo. La distribución que trae la energía a los hogares e industrias es el tercero y aquí debemos indicar que los cables y transformadores colapsan más seguido en verano porque se recalientan”, explica Juan José Carbajales, exsubsecretario de Hidrocarburos que ocupó posiciones de dirección en distintas empresas del sector energético, entre ellas YPF, Enarsa, Transener y Ebisa.

“El gran cuello de botella es la transmisión, que hoy está cargo de la empresa Transener. Y la forma de solucionar este problema es: a través de modelos de obra pública, que hoy por hoy son inexistentes; financiamiento de organismos multilaterales de crédito, y por oferta privada”, explica Carbajales a conversación con Portal Solar. El exsubsecretario es abogado y licenciado en Ciencia Política, con posgrados en Regulación Energética y Servicios Públicos.
“Hoy no se está viendo cuál es la hoja de ruta del gobierno para evitar nuevos cortes a futuro. Sabemos que no hay obra pública, pero tampoco están apareciendo los proyectos privados en el marco del RIGI. Mientras tanto, los picos de consumos se van superando cada verano, sobre todo por la ampliación del uso de aires acondicionados. Lo que veo hoy es que el gobierno actual aspira a la iniciativa privada, mientras se ocupa de la macroeconomía”, detalla el hoy director de la consultora Paspartú y, desde agosto pasado, cabeza del Instituto del Gas y del Petróleo de la Universidad de Buenos Aires (IGPUBA).
Cortes de verano
El 5 de marzo fue la gota que rebalsó el vaso. El primer apagón ocurrió alrededor de las 5.25 AM, cuando se desenganchó la conexión de la doble terna de 220 kilovoltios (kV) de Edesur entre la subestación de Bosques y la estación Hudson, generando un corte masivo de suministro eléctrico. La distribuidora Edesur reportó el incidente recién a las 7.30.
El corte de energía afectó a diversos barrios de la Ciudad de Buenos Aires, como La Paternal, Parque Patricios, San Cristóbal, Caballito y Villa Crespo, además de localidades del sur del conurbano bonaerense como Avellaneda, Florencio Varela y Lanús. También se registraron interrupciones en La Plata. Bajo el sol intenso de verano, hogares y comercios se quedaron sin electricidad durante varias horas del día.
En relación con aquel evento, Darío Martínez, diputado nacional de Unión por la Patria y exsecretario de Energía durante el gobierno de Alberto Fernández, afirma que la causa principal del apagón fue la falta de inversiones estratégicas en el sector energético. Según datos del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la UBA y el Conicet, en el último año las tarifas de la energía eléctrica aumentaron en torno al 270 por ciento. “No alcanza con subir la tarifa, le dieron una tarifa innecesaria, porque lo que hay que hacer es mantenimiento y obras”, señaló el legislador en una entrevista con la emisora AM 750. El exfuncionario explicó que el corte masivo de energía fue consecuencia del “calentamiento de las líneas de alta tensión producto de la falta de inversión y mantenimiento” y descartó la hipótesis de sabotaje que, inicialmente, había sugerido el área energética del gobierno nacional.
Martínez remarcó que el mantenimiento y la inversión en infraestructura energética “deben ser permanentes” y advirtió: “Sin un Estado que controla, ocurren estas consecuencias”. Según su análisis, cuando “el privado sabe que en la discusión de las tarifas le diste todo lo que pidió y no hay control, difícilmente hagan las inversiones”.
Por su parte, Walter Martello, exinterventor del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), también se refirió a la situación. “El famoso cliché de que las empresas no tienen dinero para inversiones queda desestimado con el aumento que tuvieron en 2024”, expresó en diálogo con la misma emisora. Según Martello, “había licitaciones lanzadas que se han interrumpido” y subrayó: “Cuando el Estado se corre y no controla, suceden este tipo de cosas”.
El exinterventor del ENRE recordó que, durante su gestión en la administración de Alberto Fernández, propuso la estatización del servicio eléctrico concesionado hasta 2087 a la empresa Edesur. Martello también criticó que se emitan resoluciones que, a su entender, benefician a la empresa, la cual pertenece al Grupo Enel, cuyo accionista mayoritario es el Estado italiano.
Darío Martínez insistió en la necesidad de continuar con las inversiones en infraestructura energética: “La sociedad evoluciona y los consumos evolucionan, no te podés quedar estanco atrás, hay que seguir haciendo inversiones, porque si no habrá estos colapsos muy seguido”.
El segundo gran corte de energía de aquel día afectó a más de 622 mil usuarios. A diferencia del primer incidente, este apagón estuvo marcado por una serie de desconexiones repetidas: al menos seis veces entre las 5.23 y las 13.10, afectando las líneas de alta tensión de 220 kilovoltios.
Carbajales precisa que hoy Vaca Muerta es una realidad que ofrece más de la mitad de la energía que consumimos a diario. Aporta el 56,6 % de la producción petrolera y el 54,8 % de la producción gasífera del país. El experto indica que la industria estima que Vaca Muerta duplicará la producción de crudo de acá a 2030 y espera alcanzar, en el caso del gas, unos 80 millones de metros cúbicos diarios adicionales.
Según Carbajales, el Gobierno tiene que avanzar en la revisión tarifaria para establecer nuevos niveles, donde se establezcan también niveles de inversión, distribución del servicio, rentabilidad, costos y otras precisiones importantes. “Eso va dar impulso a que las compañías luego de ese diagnóstico puedan invertir”, concluye el experto en energías.