Es de público conocimiento para todos los argentinos las dificultades que la matriz energética de nuestro país presentó en los últimos tiempos. Temática que se repite desde hace ya muchos años y que año tras año reafirma su patrón de incidencia.
Después de dos décadas de subsidios a las tarifas de la energía eléctrica tradicional, el Gobierno argentino decidió poner en vigencia los nuevos cuadros tarifarios de Edenor y Edesur, lo que significará un aumento de hasta el 150% de forma inmediata.
Como si fuera una alineación de planetas perfecta, a este corte del subsidio eléctrico que generaba en el Estado un déficit en su balanza y planteaba un escenario irreal en cuanto a los costos reales del consumo de energía no renovable, se le suma la tendencia de la fuerte inversión sostenida en la generación de fuentes energéticas limpias o verdes, como la solar, una tendencia que viene creciendo año tras año y que en 2023 marcó un récord argentino, según datos publicados por la Secretaría de Energía de la Nación.
Y por si todo esto no fuera suficiente para tomar conciencia de la conveniencia de invertir en energías no contaminantes como la solar, los precios de los módulos solares en todo el mundo están a la baja.
La expansión de la producción global, así como la caída de los costos en toda la cadena de suministro de China y la baja en la demanda de los mercados europeos impulsaron este fenómeno en 2023. De cara al futuro, se espera que los precios de los módulos sigan bajando en 2024. Es que la caída actual de los precios supera varias veces los costos potenciales de almacenar los productos durante varios meses.
Los expertos indican que los precios al consumidor final pueden llegar a descender en promedio un 40% en los próximos 12 meses, lo que supondrá contar con unas instalaciones y una energía cada vez más barata, y limpia.
Luz más cara
El Gobierno informó que desde febrero, comenzaron a regir los nuevos cuadros tarifarios para las distribuidoras de electricidad del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Es así que los usuarios residenciales comenzarán a recibir sus próximas boletas de luz con incrementos, aunque estos serán de mayor magnitud para los segmentos de mayores ingresos mientras que serán menores para los de bajos y medios ingresos.
Los nuevos valores regirán hasta tanto se complete la revisión tarifaria integral pendiente para este quinquenio (2024-2028), mientras que desde abril se aplicará un mecanismo de ajuste mensual en base a la inflación. Sobre este último punto, la intención oficial es que no haya un retraso en términos reales de las boletas que afrontan los consumidores con el objetivo de mantenerse en el sendero de reducción de subsidios.
La información fue difundida por la Secretaría de Energía que conduce Eduardo Rodríguez Chirillo a través de un comunicado oficial.
En el AMBA, los consumidores de ingresos altos (N1) recibirán aumentos del 150%, los de ingresos bajos (N2), del 70% y los de ingresos medios (N3), del 65 por ciento. Aunque estos montos se pueden incrementar dependiendo de la categoría del cliente.
Por ejemplo, una factura N1 promedio pasaría de $8.400 a casi $20.000 por mes. Los N2 y N3 en tanto tendrán aumentos en la distribución en el AMBA con un impacto del 63% en la factura.
El efecto también se sentirá en comercios, industrias, universidades y hospitales, quienes también sufrirán la quita de subsidios y el traslado de la devaluación. Por caso, los negocios chicos podrían recibir incrementos de hasta 430% debido al concepto de energía y de hasta 500% si se suman las actualizaciones por el segmento de distribución.
El ingeniero Ariel Mesch, especialista en la instalación de paneles solares y otras fuentes energéticas alternativas y no contaminantes, explicó a Portal Solar los costos de una instalación solar a la hora de invertir en esta tecnología limpia.
“Una instalación fotovoltaica cuesta a partir de 3000 dólares oficiales + IVA. Estos sistemas no funcionan en caso de corte de luz, aunque existen sistemas que incluyen Backup con baterías para lugares con problemas serios de suministro. Los sistemas con acumulación (Offgrid u Ongrid con Acumulación) añaden al sistema Ongrid la posibilidad de almacenar energía para eventuales cortes de suministro. Estos sistemas son instalados hoy día en zonas con suministro eléctrico precario (tercer cordón AMBA, y barrios cerrados en las periferias de las ciudades) donde puede haber más de 3 días con corte por mes”, precisó Mesch.
Y agregó: “Estos sistemas requieren un banco de baterías, que determinará la autonomía que tendrá la vivienda en caso de corte de luz, y un segundo inverter que limitará la cantidad de potencia que podrá suministrarse a la vez”.
Mesch aseguró que la motivación de los sistemas Ongrid sin acumulación era bajar la tarifa eléctrica y en el mediano plazo recuperar la inversión realizada a través del ahorro en la tarifa. “En el caso del sistema Ongrid con Acumulación, la motivación será asegurarse el suministro de parte de la casa en caso de corte de luz, y como beneficio secundario tener un ahorro en la tarifa eléctrica. Esto se debe a que las instalaciones con baterías son más costosas (pueden salir más del doble que una Ongrid, entre 15.000 y 25.000 dólares oficiales +IVA) y cada cierta cantidad de años es necesario invertir en el cambio de las baterías de litio, cuya vida útil varía entre 12 a 15 años, en función del uso que se le dé.”
Respecto al recupero de las tarifas, Mesch puntualizó: “En estos momentos los precios de los equipos en dólares están en mínimos desde que comenzó la pandemia. Y asimismo se espera que las tarifas residenciales suban hasta alcanzar el precio de mercado”.
“Con esta combinación de costos de inversión y recupero de la energía ahorrada, se espera que los sistemas fotovoltaicos domiciliarios se repaguen en 4 a 6 años. Y para PyMEs existen en este momento fondos de financiamiento para proyectos, con tasas por debajo de la inflación, fijas y en pesos, a 48 meses”, recordó el experto en energía solar.
Portal Solar también consultó al especialista Juan Ignacio Mazzoleni, socio fundador y Gerente Comercial de Frecuencia Solar, una empresa innovadora a la hora de instalar sistemas fotovoltaicos en la región del AMBA.
“Hoy la tarifa en el AMBA para el sector de altos ingresos sin subsidio, que va más allá de los 400 kWh en consumo mensual está alrededor de los 30 pesos el kWh. Y para lo que es general, o sea, tarifas más grandes como el comercio e industrias, baja a 20 pesos el kWh. Para ponerlo un poco en contexto esta cifra con la del dólar oficial, se trataría de 3 centavos de dólar por kWh, uno de los valores más bajos de la región. Si se aplican estos aumentos, ya nos pondríamos más en línea con una tarifa parecida a la de Brasil, de alrededor de los 8 ó 9 centavos. Y estaríamos todavía lejos de lugares donde la tarifa es bastante más cara, como Chile, que está alrededor de 15 centavos o Uruguay, que está alrededor de 20”.
Y agregó: “Obviamente, estamos hablando estrictamente de números de tarifa de electricidad sin tener en cuenta otros números de la economía, como pueden ser salarios y demás. Eso en cuanto a lo que se prevé que va a pasar con la tarifa. Pero también hay que considerar el análisis de la inversión de energía solar fotovoltaica”.
“En cuanto a cómo impacta esto en la conveniencia de instalar sistemas de energía solar conectados a red, digo que el único número que se tiene en cuenta, además del precio de los sistemas, o de la inversión que se tiene que hacer, es saber cuál será el retorno de este tipo de inversiones, teniendo en cuenta la tarifa eléctrica. Entonces, un aumento en ella, hace que los números, los análisis de inversión mejoren mucho, porque uno obviamente lo que hace cuando instala estos sistemas de energía solar fotovoltaica, es reducir la compra y vender excedente de energía. Entonces, al reducir la compra de algo más caro, la ganancia es mayor. Hoy, para un hogar, podríamos estar hablando de tasas de retorno de inversión de entre 10 y 15 años, y para una industria por ahí medio lo mismo, un poquito menos, tal vez, y con un aumento del 150% de tarifas, estos valores se van a volver mucho más atractivos, y más, obviamente, pasando a números de 5 años de retorno de inversión, número más potable que está más en sintonía con lo que son este tipo de inversiones en otros lugares”, indicó Mazzoleni.
Para el especialista, la tarifa se pone más en línea con otros países de la región, entonces, los números de inversión también se acomodan un poco. “El panorama para el rubro nuestro es que haya una mayor demanda de este tipo de instalaciones, porque además del resto de la gama de beneficios en torno a sustentabilidad o a seguridad que le puede dar algún cliente, este tipo de instalaciones empezarían a tener un mejor análisis económico”, destacó.
Y concluyó: “Entonces, en lo que es industrias de comercio y empresas, que es donde por ahí miran más este número, seguramente esta noticia hará que muchas que estaban interesadas se vuelquen finalmente a concretar este tipo de inversiones y otras que por ahí no lo tenían en el radar, empiecen a ver cómo pueden invertir para ahorrar dinero”.