Cuando una llamada de un grupo de fondos de pensiones sueco hizo a la Tesorería del Banco Mundial a fines de 2007, nadie podía imaginar que al año siguiente el mundo iba a conocer los hoy exitosos Bonos Verdes, la nueva forma de conectar el financiamiento de los inversionistas con proyectos verdes que mejoran el medio ambiente.
Los Bonos Verdes, también conocidos como “Green Bonds”, son básicamente cualquier tipo de bono cuyos fondos se destinen exclusivamente a financiar o refinanciar, en parte o en su totalidad, proyectos sustentables que buscan promover modelos de producción no contaminantes. En un mundo que busca soluciones para abordar las urgencias ambientales, los Bonos Verdes se han vuelto cada vez más populares en los mercados financieros.
La emisión de Bonos Verdes sigue estándares internacionales, especialmente los Green Bond Principles (GBP) y el International Climate Bonds Standard (CBS), según la Comisión Nacional de Valores (CNV). Los GBP, establecidos por la International Capital Market Association (ICMA), son cruciales en la definición de Bonos Verdes, incluso siendo la base del programa de Bonos Verdes del Banco Mundial a través de su International Finance Corporation (IFC).
Gobiernos, empresas y muchas otras entidades emiten bonos para obtener financiamiento para proyectos. Emitir un bono no era una novedad para el Banco Mundial: la institución viene haciéndolo desde 1947 para movilizar financiamiento en los mercados de capital para sus proyectos de desarrollo. Sin embargo, nunca se había probado el concepto de un bono dedicado a un tipo específico de proyectos. La emisión del Bono Verde se convirtió en un acontecimiento histórico que cambió fundamentalmente la manera en que los inversionistas, los expertos en desarrollo, los responsables de la formulación de políticas y los científicos trabajan unidos.
El Bono Verde del Banco Mundial permitió crear conciencia sobre los desafíos del cambio climático y mostró las posibilidades que tienen los inversionistas de apoyar soluciones para abordar el cambio climático a través de inversiones seguras sin renunciar a la rentabilidad financiera. Esto constituyó la base de los principios de los Bonos Verdes coordinados por la Asociación Internacional de Mercados de Capitales (ICMA). Además, se puso en relieve el valor social que podían crear los bonos y la necesidad de una mayor atención en la transparencia.
Desde entonces, el Banco Mundial ha recaudado más de USD 20.000 millones de inversionistas institucionales y minoristas de todo el mundo a través de casi 150 Bonos Verdes en 20 monedas distintas.
“Las finanzas sostenibles juegan un rol cada vez más importante en la transición hacia una economía baja en carbono y regenerativa. En este camino, los llamados “bonos SVS” (sociales, verdes y sustentables) se destinan a la financiación de proyectos de impacto social (equidad de género, diversidad); ambiental (reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, eficiencia energética, energías renovables, economía circular); o ambos (proyectos de reciclado con inclusión social)”, explicó a Portal Solar la licenciada Gabriela Ensinck, periodista especializada en Ciencia, Salud, Medio Ambiente y Economía.
“Cada vez más, los inversores institucionales buscan este tipo de bonos porque generan menor riesgo y volatilidad. Y en el mundo, hay más demanda que oferta de estos instrumentos. Varias bolsas de la región tienen sus propios Índices de Sustentabilidad, como el ISE Bovespa de la Bolsa de San Pablo, el BCS de la Bolsa de Santiago, y los de Perú, México y Colombia. En Argentina, la Comisión Nacional de Valores (CNV) lanzó en 2019 una guía para la emisión de estos valores negociables. La guía no tiene carácter prescriptivo ni sancionatorio, sino que toma como referencia las mejores prácticas internacionales. La posibilidad de contar con un panel específico, permitirá a las compañías de seguros, los fondos de inversión e incluso a los inversores minoristas, orientar sus inversiones hacia aquellos proyectos y compañías que generan beneficios ambientales y sociales”, agregó Ensinck, autora de los libros “Economía Verde” (Ed. Almaluz, 2020) y “Ser Sustentables (Ed. Urano, 2023).
La especialista afirmó que en Argentina se conformó en 2019 el “Protocolo de Finanzas Sostenibles”, un acuerdo voluntario firmado por 30 entidades financieras que representan el 93% de la cuota de mercado del total de préstamos del sistema financiero. No obstante, según se reveló durante el Green Finance Summit 2023 organizado en julio por el Banco Santander, “solo el 3% de los créditos que se entregan tienen foco en la sustentabilidad ambiental en Argentina (y algo más de 5% en el mundo)”.
En tanto, de acuerdo al último informe del BYMA (Bolsas y Mercados Argentinos), las emisiones registradas en el Panel de Bonos SVS hasta noviembre de 2023, superaron el récord alcanzado en 2022.
Con el objetivo de impulsar y escalar el potencial de los servicios ecosistémicos del país y de otros sectores claves como energía, commodities, aviación, residuos, agricultura, construcción, entre otros, se presentó la primera Bolsa Argentina de Carbono (BACX) en el marco de la Cumbre del Clima de Naciones Unidas (COP28) que se celebró en Dubai. En sí, BACX nació de un acuerdo exclusivo con ACX, la primera bolsa digital de carbono con más de 16 millones de transacciones, la única regulada del planeta y respaldada por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC por sus siglas en inglés).
Tipos de Bonos Verdes
Actualmente existen cuatro tipos de Bonos Verdes en pleno funcionamiento, según la ICMA, aunque pueden surgir tipos adicionales a medida que se desarrolle el mercado y estos se incorporarán en las actualizaciones anuales de GBP:
1. Bono estándar de ‘uso verde’ de los ingresos: una deuda estándar con recurso al emisor y cuyas obligaciones están alineadas con las pautas de Bonos Verdes.
2. Green Revenue Bond: una obligación de deuda sin recurso al emisor alineada con la GBP en la que la exposición crediticia del bono es a los flujos de efectivo comprometidos por los pagos futuros de tarifas, impuestos, ventas.
3. Bono de proyecto ecológico: un bono de proyecto para uno o varios proyectos ecológicos para los que el inversor tiene exposición directa al riesgo de los proyectos con o sin recurso potencial al emisor, y que está alineado con las pautas GBP.
4. Bono Verde titulizado: un bono garantizado por uno o más proyectos verdes específicos, incluidos, entre otros, bonos estructurados y titulizados, es decir, deuda que se emite con la garantía de otras emisiones de deuda y que están alineadas con la GBP. La primera fuente de reembolso son generalmente los flujos de efectivo de los activos.