El Gobierno lanzó la licitación por el almacenamiento para el AMBA

La Secretaría de Energía de la Nación lanzó la licitación para la instalación de un sistema de almacenamiento en el área Metropolitana de Buenos Aires. Mediante la Resolución 67/2025, la SE publicó la convocatoria nacional e internacional "Almacenamiento GBA - AlmaGBA", orientada a la contratación de sistemas de almacenamiento de energía eléctrica para asegurar un suministro eléctrico más estable y eficiente, especialmente en los momentos de mayor demanda, en la zona de mayor consumo del país (el AMBA concentra alrededor del 40% del consumo nacional).
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Esta novedosa propuesta a nivel nacional, pero ya implementada en varios países, tiene como objetivo incorporar 500 MW de capacidad de almacenamiento en nodos críticos del AMBA. La inversión proyectada alcanza los 500 millones de dólares, con un plazo de ejecución estimado entre 12 y 18 meses.

Los contratos de almacenamiento serán celebrados con las distribuidoras Edenor y Edesur, y contarán con la garantía de CAMMESA (Compañía Administradora del Mercado Eléctrico Mayorista), quien llevará el procedimiento para la realización de esta convocatoria y realizará el cálculo de costos asociados a estos contratos.

Este proyecto representa el primer paso de una serie de medidas orientadas a garantizar el suministro energético en el país, comenzando con el AMBA. Desde el Gobierno buscan que esta iniciativa se replique en varias provincias, evaluando la posibilidad de implementar propuestas similares en las respectivas regiones, enfocándose en los nodos críticos identificados por CAMMESA.

Desde la Secretaría de Energía destacaron que “tras décadas de desinversión y descapitalización, el sistema eléctrico argentino enfrenta serios desafíos en términos de infraestructura y capacidad de respuesta. Esta licitación de baterías de última generación (BESS, por sus siglas en inglés) marca un cambio de paradigma, priorizando la inversión privada y la innovación tecnológica para resolver problemas estructurales”.

En los considerandos de la norma se justifica esta decisión ya “que las condiciones de abastecimiento en ciertos nodos críticos y regiones eléctricas requieren la incorporación de oferta que mejore las condiciones de operación de esas áreas del SADI incorporando oferta confiable, flexible y de módulos adecuados para la red hasta tanto se desarrollen las ampliaciones de transporte en Alta Tensión”.

La instalación de estos sistemas de almacenamiento permitirá garantizar demandas de capacidad de corta duración, aportando servicios de reserva de respuesta rápida como ya han demostrado ser los BESS en otros países.

Además, desde la SE aseguran que, “el uso de baterías, por las características de sus sistemas de control y adecuación de señales, y su equipamiento de vinculación a la red eléctrica, permiten además su utilización para control de tensión y la administración de potencia reactiva con un aumento moderado de la potencia de cortocircuito, evitando así inconvenientes en instalaciones preexistentes donde los equipos están al límite de su potencia de cortocircuito de diseño”.

Estas instalaciones permitirán cubrir requerimientos de demanda, mientras se desarrollan las obras de ampliación de infraestructura que requiere el sistema de transporte eléctrico argentino, el cual se encuentra operando al límite de su capacidad.

Características de los nuevos sistemas de almacenamiento

Según el informe técnico desarrollado por CAMMESA, los sistemas más adecuados para satisfacer los requerimientos de la Secretaría de Energía son los denominados “StandAlone”. Estas instalaciones tienen la ventaja de que pueden ubicarse en diferentes puntos de la red y son independientes de sistemas de generación, ya sea convencionales o renovables. Estos sistemas almacenan energía en momentos de baja demanda para luego despacharla en picos de consumo (Peack Shaving).

Según los datos históricos para una semana crítica de máxima demanda en el AMBA, se determinó que la capacidad de almacenamiento necesaria ascienda a 500 MW por un tiempo mínimo de 4 horas. Esta capacidad permitirá afrontar los picos de demanda evitando la saturación de líneas y transformadores en nodos críticos de la red.

El informe concluye que la tecnología más adecuada para estos requerimientos son los Sistemas de Almacenamiento de Baterías conocidos como BESS. Estos equipos se caracterizan por su rápida instalación y puesta en operación, en plazos menores a un año, y su capacidad de agruparse en sistemas modulares para acceder a la red en media tensión. Los BESS permiten dar respuesta a esta situación con un menor impacto ambiental que los generadores térmicos convencionales, permitiendo incorporarlo en zonas de alta densidad demográfica. Según analizan desde CAMMESA, la potencia máxima proyectada para estos sistemas oscila entre los 10 MW y 150 MW de máxima. Para cubrir las necesidades planteadas, se estiman entre 100 y 150 ciclos de operación anuales de carga y descarga.

Los sistemas de almacenamiento proyectados tienen una vida útil de entre 15 y 20 años, con una degradación máxima del 30% al final de su vida útil, lo que se considera adecuado para los objetivos planteados. Además, estas tecnologías pueden contribuir a mejorar la confiabilidad del al sistema en otros aspectos, como control de tensión, regulación de frecuencia y arranque en negro de centrales de generación.

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