El informe del Departamento de Seguridad Energética y Cero Neto (DESNZ) destaca que, a pesar de las condiciones climáticas menos favorables, la generación solar aumentó un 6,5% en 2024 con respecto al año anterior. En términos absolutos, esto representa 14,8 TWh de electricidad producida. Este incremento se complementa con un aumento en otras fuentes renovables: la energía eólica subió un 2,1% hasta llegar a los 84,1 TWh, y la bioenergía creció un 18%, alcanzando los 40,1 TWh. Por otro lado, la generación a partir de combustibles fósiles disminuyó un 16%, situándose en 89,7 TWh.
En total, las energías renovables contribuyeron con un 50,8% de la electricidad generada en el Reino Unido en 2024, lo que representó un aumento del 7% con respecto al año anterior. Además, la generación baja en carbono, que incluye la energía nuclear, alcanzó un 65% de la producción total de electricidad, lo que también supuso una cifra récord.

Aunque la capacidad solar instalada ha ido en aumento, los datos preliminares de 2025 muestran que el ritmo de despliegue ha sido más lento en comparación con el año anterior. A finales de febrero de 2025, las instalaciones residenciales representaban el 73% de la capacidad solar instalada, aunque solo contribuyen con el 30% de la capacidad total desplegada. El gobierno británico había previsto un crecimiento más rápido, con el objetivo de alcanzar los 45 GW de capacidad solar para 2030. Sin embargo, con el ritmo actual, parece improbable que se cumpla esta meta sin un esfuerzo significativo por aumentar la implementación en los próximos años.
A pesar de este desafío, se prevé que la instalación de energía solar se acelere en los próximos meses, impulsada por la expansión de proyectos a gran escala y un aumento en la inversión estatal en el sector. El despliegue de energía solar es una parte fundamental de los planes del gobierno del Reino Unido para alcanzar sus ambiciosos objetivos climáticos y reducir su dependencia de los combustibles fósiles.