Ariel Mesch, el “gurú“ innovador en energías renovables que ve a la fuente solar como el paradigma del cambio sustentable

La penetración y el acceso que han tenido en los últimos años las energías renovables en Argentina, especialmente la vinculada a la generación solar, ha sido increíble. Sin embargo, pocas son las personas en el país que tienen un rol protagónico destacado en el tema, como es el caso del ingeniero Ariel Mesch, asesor y empresario especialista en energías renovables.

A Mesch se lo puede denominar como un “consultor en sustentabilidad”. En esta combinación de palabras, se conjugan sus dos pasiones: por un lado, la de consultor, donde vuelca su pasión por ayudar, asesorar y enseñar, práctica que tiene aceitada como profesor de la Universidad Tecnológica Nacional, donde queda en claro su devoción por dejar una huella en las personas a las que habla. Y si esa huella es ecológica, la unión es perfecta. Ahí entra en acción su segunda pasión bajo la denominación de sustentabilidad: Mesch está especializado en energías renovables desde 2010 y cuenta con una considerable experiencia en ese sector.

En una amplia y rica entrevista con Portal Solar, Mesch contó cómo fueron sus inicios como especialista hasta convertirse en gurú en energías renovables, habló sobre el futuro de la generación fotovoltaica en el país e hizo hincapié en la conveniencia de adoptar este tipo de tecnología solar, para tener un mejor rédito económico y también para cuidar el planeta gracias a la utilización de fuentes energéticas limpias y no contaminantes.

-¿Cómo te iniciaste en las energías renovables?

-Mi trabajo comenzó cuando en 2010 junto a 3 socios fundamos la empresa Eolocal, una fábrica de aerogeneradores (molinos de viento) de baja potencia para electrificación rural. Esa fue mi entrada al mundo de las energías renovables. A través de Eolocal instalamos muchos equipos en todo el país y países limítrofes. Antes trabajaba en Techint, en la industria del petróleo, pero a los dos años de estar allí me di cuenta que no era lo que yo quería hacer. Tenía otra visión, otro propósito, que tenía que ver con la generación de energía a partir de fuentes limpias, renovables. Allí surgió el proyecto de montar una fábrica de aerogeneradores para el campo. Era un producto sencillo y rústico, de fácil mantenimiento e instalación. Industrializamos el producto para hacer más efectivos los que ya existían. Durante varios años trabajamos mucho, al punto de construir más de 100 aparatos.

– ¿Y cómo te reconvertiste a la energía solar?

– El mundo cambió y evolucionó hacia la energía fotovoltaica y solar. Y yo hice lo mismo. Ocurrió que los centros de ingeniería y diseño se trasladaron de Estados Unidos y Europa a China gracias a los bajos costos de producción. Así, el gigante asiático tomó la potestad del desarrollo de la energía fotovoltaica en todo el mundo, generando una mayor producción y distribución que mejoró el acceso a la fuente solar, gracias a la disponibilidad y fundamentalmente al precio de los paneles y sistemas solares, que llegaron a bajar hasta un 90% de su costo entre 2010 y 2017. En los últimos cinco años los mismos se han incrementado, más que nada por efecto de la pandemia y el precio de las commodities. Pero igualmente sigue siendo conveniente a la hora de comparar la relación uso/consumo/costo con otras fuentes de energía que en el mundo están subiendo más todavía. Además, hoy hay más conciencia ecológica y muchos particulares o empresas buscan energías limpias para consumo.

–¿Y ahí nació Mesch Energías Renovables?

-Si, en 2018 por necesidad e iniciativa propia arranco un proyecto independiente, volcado a la energía fotovoltaica y solar térmica. Empecé el camino de forma independiente y a compartir el conocimiento que estaba adquiriendo, fundamentalmente en mi dirección de Twitter, cosa que tuvo una gran repercusión, al igual que una entrevista radial con Juan Pablo Varsky, donde expliqué muchos conceptos sobre eficiencia energética analizando el presente de cara hacia el futuro.

– El mundo cambió y ¿Qué pasó en Argentina?

-En 2018 el mundo se volcó fuertemente a la energía fotovoltaica y en Argentina el desarrollo de la energía solar comenzó a adquirir una gran importancia a partir de la implementación de la Ley de Generación Distribuida (GD), que entró en vigencia en 2019, por la cual es posible colocar paneles solares en los techos de las casas para además de consumir energía solar, tener la posibilidad de vender el excedente producido a las distribuidoras eléctricas. A partir de la ley N° 27.424/17 llamada de “Régimen de fomento a la generación distribuida de energía renovable integrada a la red eléctrica pública” se puede solicitar a la compañía eléctrica la instalación de un medidor bidireccional para poder inyectar a la red la energía excedente que se genere.
Actualmente esta ley se aplica en muchas provincias, lo que te permite vender los excedentes energéticos que generaste a la red, es decir que las compañías eléctricas te pagan por la energía que te sobra. En mayo de 2022 se aprobó la ley en provincia de Buenos Aires (PBA) pero todavía no está reglamentada, por lo que no se puede implementar abiertamente todavía. Sí está reglamentada en Ciudad de Buenos Aires y Gran Buenos Aires Norte y Sur, ya que Edenor y Edesur tienen concesión allí. Incluso hay varias provincias como Santa Cruz, Tucumán y Formosa que todavía no se puede aplicar.

– ¿Qué beneficios aporta la instalación de esta tecnología renovable?

– Los sistemas On Grid, o conectados a la red, son una fuente de energía para aquellas personas que tienen acceso a la red eléctrica ya sea para consumo personal o comercial. Permite bajar el costo de la tarifa eléctrica para quienes están conectados a la red, ya que el usuario se convierte en “prosumidor”, es decir que produce y consume energía. Esto genera también un beneficio a la región, ya que esa generación eléctrica adicional permite tener más autonomía en casos de corte de luz o bajada de tensión, sobre todo en determinadas zonas donde la urbanización creció más rápido que la infraestructura y los cortes se producen muy seguido. 

Los sistemas de conexión a red permiten auto consumir parte de la energía que requiere el hogar utilizando paneles fotovoltaicos, consumiendo el resto de la energía de la red eléctrica y eventualmente inyectando a la misma los excedentes. De esta forma alivia las redes de transmisión en los momentos de mayor consumo eléctrico (días calurosos al mediodía, por ejemplo) y disminuye el consumo de energía eléctrica de la red. Toda necesidad de energía que el sistema no pueda obtener de la instalación fotovoltaica será provista por la red eléctrica.

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– ¿Cómo sería ese ahorro eléctrico?

– En los casos domiciliarios, el ahorro viene dado por la energía autoconsumida que deja de traerse de la red eléctrica. En función de cuántos kWh se consuman en el mes se aplica una tarifa residencial donde el ahorro puede ser superior al 50% de la factura. Para entender cómo se comporta el sistema On Grid según el consumo, hice esquemas de consumo durante el mes de enero: 500 kWh para quienes hayan instalado un sistema ongrid de 1.6kWp (6 paneles de 270 Wp). Esta es la generación mensual estimada de un sistema de 6 paneles instalados en un techo del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). En los meses cálidos generará más de 250 kWh mensuales y alrededor de 150 kWh en los meses más fríos. Durante el día, luego de las primeras horas de la mañana, el consumo de energía es bajo y se concentra el consumo de energía en la noche (aires acondicionados, lavado de ropa, plancha, etc). Un sistema fotovoltaico cubriría los consumos diurnos, además de inyectar a la red una cantidad considerable de energía. Eso pasa a nivel domiciliario y también a nivel comercial.

Para dar cuenta del crecimiento de la energía solar en el país solo en el último año, la Secretaría de Energía informó en enero de 2022 que la cantidad de kilovatios (kW) instalados y conectados a la red prácticamente se triplicó: pasó de generar 3.599 kW de electricidad en 2021 a 9.824 kW a principios de este año.

Este tipo de instalación Hibrida proporciona energía a la vivienda donde están instalados los equipos, por medio del on-grid, minimizando los gastos de energía consumida de la red AC local y con un respaldo por medio del sistema off-grid a través del banco de baterías.

– ¿Y qué son los sistemas Off Grid y cuándo se aplican?

– Los sistemas Off Grid, o desconectados de la red, se utilizan en donde no hay red eléctrica disponible. A diferencia de los sistemas On Grid con baterías, en los sistemas Off Grid hay que dimensionar la instalación (potencia de paneles, baterías e inverter) para satisfacer la gran mayoría y en algunos casos el 100% de los consumos, por lo que suelen ser sistemas más grandes o pensados para alimentar menos potencia. Como complemento se instala un grupo electrógeno para suministrar energía de forma inmediata en caso de períodos largos de lluvia en donde las baterías no se carguen.

Para evaluar la viabilidad económica de estos sistemas, hay que comparar contra el costo de solicitar la conexión a la red y las posteriores tarifas, o al costo del combustible que haría falta comprar para hacer funcionar la misma instalación. Los sistemas fotovoltaicos son económicamente viables cuando la distancia de conexión a la red es de más de 500 metros en algunos casos y suele recuperarse la inversión con 3 a 4 años de combustible equivalente.

Actualmente es un buen momento para instalar sistemas de energías renovables en el hogar. La brecha cambiaria que estamos transitando genera que estos sistemas que el precio está en dólares terminen siendo más económicos. Esto se ve reflejado también en la cantidad de nuevas personas que se suman a estos proyectos: en el lapso de los últimos 12 meses quintupliqué la cantidad de sistemas instalados, con pandemia y todo.

– ¿Qué tipo de proyectos hacés e instalás con tu empresa?

– Hago proyectos solares térmicos, agua caliente sanitaria, colectores solares de piscina, bombas de calor para piscinas, sistemas eficientes de calefacción (aerotermia), instalo ventanas DVH, domótica y sistemas de tratamiento de agua (purificación y ablandamiento). Realizo además consultorías en EERR y eficiencia energética para viviendas en construcción o remodelación. Además, en los últimos años trabajé dimensionando, comercializando e instalando sistemas fotovoltaicos en domicilios rurales y urbanos, en comercios e industrias de todo el país. Hicimos trabajos en CABA, Buenos Aires, Córdoba, Chaco, Misiones, Chubut.

– ¿Qué es lo que debe tener en cuenta un cliente a la hora de hacer una instalación solar?

– La mayoría de mis clientes buscan asesoramiento para la instalación de equipos de generación de energía solar a partir de los problemas que tienen por los costos, los cortes y la oportunidad de ahorrar y tener un retorno gracias a la Ley de Generación Distribuida. A mí me convocan mucho para anteproyectos de construcción y remodelación, por lo cual podemos planificar y adecuar el proyecto eléctrico a los sistemas que realmente van a utilizar. Le comento al cliente las grandes posibilidades y potencialidades que tiene la energía renovable, y éste me comenta las necesidades que tiene de acuerdo al uso que le va a dar al inmueble donde vamos a instalar un sistema de generación de energía solar. No es lo mismo una casa para fin de semana o diaria, no es lo mismo el trabajo que realiza un viñedo que un frigorífico. Además, hay que tener en cuenta el acceso que se tiene al agua, el gas, la luz eléctrica por red y su eficiencia energética. Me reúno con ellos en varias ocasiones para asesorarlos, evaluar el proyecto y comentarles sus posibilidades a fin de dejar armados los proyectos escalables. La meta es que estén asesorados y preparados para cuando se decidan a avanzar. Ese servicio de consultoría se acreditará en una futura construcción que se realice. Es importante realizar una consultoría en donde se puedan identificar las necesidades de cada usuario para así poder brindar las soluciones más adecuadas.

– ¿Cómo ves el mercado solar en Argentina en base a la evolución que se viene gestando en los últimos años?

– Al igual que en toda la economía, el 2023 vendrá marcado por la incertidumbre. El mercado fotovoltaico por sí solo tendería a crecer de forma exponencial, pero la limitación en la provisión de equipos en el mercado y los sobrecostos que eso conlleva hará que se frene ese crecimiento. Quienes veían estas inversiones interesantes desde el punto de vista económico debido a la ventaja de adquirir los equipos al tipo de cambio oficial del Banco de la Nación Argentina probablemente sigan comprando, y en función de cómo evolucionen las tarifas habrá más o menos consultas. Además, ante el claro deterioro de la calidad del servicio eléctrico cada vez más la gente solicita soluciones híbridas con baterías. Y por último, si en 2023 se reglamenta la ley de Generación Distribuida de fuentes de energía renovables en PBA habrá un aumento muy significativo de obras, tanto residenciales como industriales.

– ¿Desde su lugar de consultor en sustentabilidad que busca acercar las energías renovables al público en general, con una mirada humana y pedagógica, podría dejarnos una reflexión a modo de cierre de esta entrevista?

Hay una frase del escocés Hugh Piggott, referente mundial de la energía sustentable, que dice: “No puedo comprender a una sociedad en donde la gente está orgullosa y conforme de poseer un automóvil lujoso que no se paga en términos de lo que vale y que contamina el planeta, pero que pone el grito en el cielo si su sistema de energías renovables no se repaga en términos económicos en un período de tiempo aceptable. ¿Por qué no poseer un sistema fotovoltaico y estar orgulloso de estar produciendo energía limpia? ¿Por qué tiene que pasar por la estricta vara de lo económico para ser aceptable?”