El informe justifica la necesidad de establecer nuevos puntos de inyección de energía ya que la capacidad actual de la red es insuficiente hasta tanto se lleven adelante las obras proyectadas en el plan AMBA I. Como mencionamos en una nota anterior, este plan de extensión de infraestructura incluye la construcción de la estación transformadora de Plomer, la línea de extra alta tensión que unirá la nueva ET con la localidad de Vivoratá, próxima a Mar del Plata, y una nueva línea que unirá Plomer con la ET de Ezeiza.
CAMMESA señala que la criticidad del sistema se profundiza ante el crecimiento de la demanda junto con el retiro de fuente de generación convencional que han superado largamente su vida útil, la salida de producción de Atucha I para la extensión de su vida útil y la falta de disponibilidad de la central Matheu por razones judiciales. Además, el informe menciona que la oferta de energía firme proveniente de los nuevos sistemas de almacenamiento debe ir acompañada de inversiones en nueva generación firme que permita modernizar el parque actual.
Características de los nuevos sistemas de almacenamiento
La compañía administradora reconoce que los sistemas más adecuados para satisfacer los requerimientos de la Secretaría de Energía son los denominados “StandAlone”. Estas instalaciones tienen la ventaja de que pueden ubicarse en diferentes puntos de la red y son independientes de sistemas de generación, ya sea convencionales o renovables. Estos sistemas almacenan energía en momentos de baja demanda para luego despacharla en picos de consumo (Peack Shaving).
Según los datos históricos para una semana crítica de máxima demanda en el AMBA, se determinó que la capacidad de almacenamiento necesaria ascienda a 500 MW por un tiempo mínimo de 4 horas. Esta capacidad permitirá afrontar los picos de demanda evitando la saturación de líneas y transformadores en nodos críticos de la red.
El informe concluye que la tecnología más adecuada para estos requerimientos son los Sistemas de Almacenamiento de Baterías conocidos como BESS. Estos equipos se caracterizan por su rápida instalación y puesta en operación, en plazos menores a un año, y su capacidad de agruparse en sistemas modulares para acceder a la red en media tensión. Los BESS permiten dar respuesta a esta situación con un menor impacto ambiental que los generadores térmicos convencionales, permitiendo incorporarlo en zonas de alta densidad demográfica. Según analizan desde CAMMESA, la potencia máxima proyectada para estos sistemas oscila entre los 10 MW y 150 MW de máxima. Para cubrir las necesidades planteadas, se estiman entre 100 y 150 ciclos de operación anuales de carga y descarga.
Los sistemas de almacenamiento proyectados tienen una vida útil de entre 15 y 20 años, con una degradación máxima del 30% al final de su vida útil, lo que se considera adecuado para los objetivos planteados. Además, estas tecnologías pueden contribuir a mejorar la confiabilidad del al sistema en otros aspectos, como control de tensión, regulación de frecuencia y arranque en negro de centrales de generación.
Costos estimados
A nivel mundial, el costo de los sistemas de almacenamiento se encuentra bajando. Según CAMMESA, los costos de equipamiento e instalación rondarían entre los 200 y 300 mil U$S/MWh. Por lo tanto, para una potencia instalada que pueda cubrir 4 horas de demanda, se requiere una inversión de entre 800 y 1200 U$S/kW. Valores similares a los costos de generación térmica convencional.
Para financiar los equipos, así como su operación y mantenimiento, CAMMESA propone un esquema que incluye cargos fijos (por potencia de almacenamiento ofertada) a un valor de entre 15 y 17 mil U$S/MWmes y cargos variables (por energía entregada) por 10 U$S/MWh entregado. A su vez, reconoce descuentos variables por potenciales pérdidas del sistema a un valor de 20 U$S/MWh.
Más allá del reemplazo progresivo de centrales de generación viejas, CAMMESA reconoce que el sector a reforzar en lo inmediato tiene son los de transporte y distribución. Las redes del AMBA se encuentran en una situación alarmante. En el informe se identificó los nodos críticos que deben ser reforzados con la incorporación de los sistemas de almacenamiento, clasificándolos según su nivel de criticidad en alta (rojo), media (amarillo) y baja (verde).
La clasificación realizada refleja el valor asignado a cada nodo según sus condiciones de abastecimiento. Los nodos rojos son los que brindan mayor aporte a la operación de la red, tanto en Alta como en Media tensión. Los nodos amarillos se ubican en zonas de menor riesgo, mientras que los verdes únicamente proporcionarían capacidad para satisfacer demandas puntuales.
La idea de reforzar el sector eléctrico del Gran Buenos Aires con almacenamiento es algo que se viene analizando desde hace tiempo en la cartera de energía. De hecho, fue bajo la gestión de Flavia Royón (en el gobierno de Alberto Fernández), que se instruyó a CAMMESA armar una convocatoria de Manifestaciones de Interés (AlmaMDI) para Incorporar, gestionar y financiar sistemas de almacenamiento de energía eléctrica para optimizar el despacho de generación del Mercado Eléctrico Mayorista en noviembre de 2023. Sin embargo, el proyecto no prosperó.
Según pudo averiguar este medio, la Secretaría de Energía y CAMMESA están armando los pliegos para salir con la licitación en los próximos días. Si este proyecto finalmente avanza, se descuenta que los sistemas de almacenamiento recién estarán operativos para responder a los días de alta demanda del verano próximo.