La energía solar comunitaria supone la generación eléctrica a partir de una instalación fotovoltaica de manera organizada y posibilita la cooperación de un nutrido número de usuarios en un mismo proyecto, con miras a la reducción de costos y a producir energía disminuyendo el impacto en el medio ambiente. Este modelo permite que personas que no tienen espacio para instalar paneles solares en su casa, como inquilinos o propietarios de departamentos, también puedan acceder a la generación de energía limpia.
La generación comunitaria consiste en tres pasos: en primer lugar, un grupo de usuarios se unen para construir un proyecto de generación energética renovable. Luego, el emprendimiento, se conecta a la red y comienza a inyectar la energía generada. Por último, los usuarios asociados reciben una compensación en su factura de luz por el aporte, es decir todos los meses se generan créditos por la participación en el proyecto, por lo que los usuarios reducen el valor final de su factura.
Según el relevamiento de CCSA, el crecimiento del año pasado estuvo encabezado por Nueva York, Maine e Illinois. Entre los tres estados se concentra el 83% de las adiciones de la energía solar comunitaria. Caitlin Connelly, investigadora y autora del informe destaca este gran crecimiento, pero lanza una advertencia de cara al futuro.
“La actividad en 2024 fue impresionante, lo que resultó en nuestro año más fuerte hasta ahora en términos de crecimiento de la energía solar comunitaria (…) Sin embargo, a pesar de los impresionantes volúmenes de instalación en 2024, los principales mercados estatales se están saturando rápidamente y no podrán mantener los mismos niveles de crecimiento a largo plazo. Además, los mercados emergentes han tardado en aumentar su actividad y los límites de tamaño de los programas restringen el potencial de crecimiento en estos estados para compensar las caídas en los mercados más grandes”.
Debido a esta situación, el crecimiento de la generación comunitaria podría desacelerarse un 8% anual hasta 2029. Alcanzando para ese año un total de más de 15 GW de capacidad instalada. Sin embargo, dependiendo de cómo se materialicen los cambios de política y las reformas de interconexión, las perspectivas de crecimiento podrían variar ampliamente. Además, habrá que estar atento al interés que le dará la administración Trump a la energía solar.
Nuevos mercados estatales potenciales para la energía solar comunitaria
Como contrapartida, un nuevo impulso podría observarse a partir del surgimiento de nuevos mercados en diversos estados que han propuesto legislación para programas solares comunitarios podrían impulsar el sector. En 2024, la legislación en materia comunitaria avanzó como nunca en Pensilvania, Ohio, Missouri, Iowa, Georgia, Washington y Wisconsin, lo que indica un fuerte apoyo y el potencial para una nueva expansión del mercado.
La energía solar comunitaria se está incorporando a los principales planes energéticos estatales, lo que refuerza su valor para legisladores y reguladores. Si todo sale como está previsto, los nuevos mercados de energía solar comunitaria estatales podrían aumentar el pronóstico base en al menos un 16 % para 2029.
Actores dominantes en el mercado: promotores y propietarios de activos
Los cinco principales instaladores de energía solar comunitaria se aseguraron el 19% del mercado en 2024, frente al 25% en 2023. El panorama competitivo para los propietarios de activos es significativamente más exclusivo, dominante y específico de la región que el de los instaladores de energía solar comunitaria. Los 10 principales propietarios de activos de energía solar comunitaria se aseguraron el 54% de la capacidad instalada en 2024 y el 40% de la capacidad acumulada. Los principales propietarios de activos incluyen a Nexamp, AES Clean Energy y Nautilus Solar.
