Muchos científicos y emprendedores afirman que el hidrógeno verde es el combustible que hará historia en un futuro cercano. Y ese augurio ya se siente con la avanzada que protagonizan la italiana Enel Green Power y la australiana Fortescue Future Industries que se asociaron para desarrollar hidrógeno verde en América Latina y Australia.
La energética Enel Green Power (EGP) y el desarrollador de energía verde Fortescue Future Industries (FFI) han anunciado una asociación para explorar conjuntamente el desarrollo de la cadena de valor del hidrógeno verde en América Latina y Australia.
De esta manera, los ejecutivos dieron a entender que la colaboración entre ambas empresas busca impulsar la presencia del hidrógeno verde en sectores en los que la descarbonización es difícil de implementar, como la producción química y de fertilizantes, la fabricación de acero, y el transporte marítimo y aéreo.
“El hidrógeno se utiliza como materia prima o para generar calor a alta temperatura, y donde la reducción de las emisiones de CO2 a través de la electrificación no es posible o es más compleja”. Las empresas también a través de esta colaboración, pretenden que el hidrógeno verde sea competitivo en costes con las alternativas basadas en combustibles fósiles durante esta década”, se detalla en la comunicación oficial.
Con el fin de establecer otros centros de producción a gran escala de hidrógeno verde y amoníaco en América Latina y Australia, EGP y FFI tienen la intención de establecer un marco para identificar y evaluar posibles proyectos en ambas regiones. Por ejemplo, en Chile, Enel participa junto Siemens y Porsche en el proyecto Haru Oni, que promueve el consorcio Highly Innovative Fuels (HIF), para el desarrollo de una planta demostrativa que producirá combustibles neutros en carbono gracias a los fuertes vientos de la Patagonia, hidrógeno y tecnología de punta, y cuya construcción comenzó en septiembre del año pasado.
Por su parte, Fortescue ha firmado un precontrato con el estado brasileño de Ceará, en el marco del hub de hidrógeno verde que se está desarrollando en el puerto de Pecém, para estudios para tratar de identificar oportunidades viables para la producción de hidrógeno verde; colaborar con las universidades locales para desarrollar programas de investigación que promuevan las tecnologías relacionadas; y formar y contratar mano de obra local, además de contratar servicios y productos de empresas y proveedores locales, en todos los casos de manera preferente.
En Argentina, la empresa australiana anunció en noviembre de 2021 una inversión de 8,4 mil millones de dólares destinada a producir hidrógeno verde en Sierra Grande, en la provincia de Río Negro, y en septiembre pasado se conoció la presentación de un proyecto para el desarrollo de hidrógeno verde con base en Puerto Madryn, provincia de Chubut.
En enero, la empresa Impsa, cuyo control accionario le pertenece al Estado nacional, anunció que había sido seleccionada por Fortescue, cuyo representante en el país es el ex rugbier Agustín Pichot, para ser proveedora de 17 mástiles e instrumentos de medición de vientos que servirán para recabar la información necesaria para medir la calidad y la potencia de los vientos. Con esos datos, luego se determinará la ubicación de los parques eólicos que proveerán la electricidad que utilizará la planta de hidrógeno verde, que se ubicará en la localidad de Sierra Grande, Río Negro.
La primera etapa del proyecto prevé una inversión de u$s 1200 millones, a ejecutar entre este año y 2024. Este desembolso creará 4000 empleos. De obtener los resultados esperados en la etapa piloto, Fortescue erogará los otros u$s 7200 millones hasta 2028. En total, se espera que el emprendimiento genere 50.000 trabajos directos e indirectos.
“Estamos en la vanguardia del Hidrógeno Verde. No queremos usar nada de combustibles fósiles. Sólo queremos Hidrógeno Verde, no de otros colores”, expresó uno de los directivos de Fortescue en abril último cuando visitaron Bariloche y anunciaron sus proyectos en Río Negro y aprovecharon a describir la estructura mundial de la empresa, el avance de sus inversiones y diversificación, que la ubican como una compañía única en su visión holística y de vanguardia en el sector de energía., al resumir la posición de la empresa.
Indicaron que el Hidrógeno Verde como combustible avanza muy rápidamente en el mundo y su demanda “es el presente”, destacando la contraparte que ofrece la provincia de Río Negro al recibir su proyecto de producción en Punta Colorada. “Nuestra agenda apunta a un mundo que en 2023 no use más combustibles fósiles. Por eso, apuntamos a una producción de 15 millones de toneladas para ese año”, resumieron.
La delegación australiana visitó en las semanas siguientes el Centro de Desarrollo Tecnológico de Impsa, en Godoy Cruz. La integraron Michael Dolan, director de Ciencia y Tecnología de Fortescue Future Industries (FFI), y Stanislaus Knez, head of Global Technology Hubel de la empresa. Recorrieron el Módulo Tecnología, el Laboratorio Hidráulico y la Nave 1 del centro. Además de reunirse con ejecutivos de la compañía anfitriona, se entrevistaron con autoridades del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), de la Cámara de Industriales de Proyectos e Ingeniería de Bienes de Capital de la República Argentina (Cipibic) y de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Mendoza (Asinmet). “Nuestra agenda apunta a un mundo que en 2023 no use más combustibles fósiles. Por eso, apuntamos a una producción de 15 millones de toneladas para ese año”, resumieron.