El litio juega un papel preponderante en términos de sustentabilidad y de cuidado del medio ambiente, porque este metal alcalino es el componente fundamental de las baterías más eficientes que se fabrican para reemplazar el uso de combustibles fósiles en la generación de energía.
Es que este mineral blanco tiene una gran capacidad para almacenar importantes cantidades de energía en un volumen reducido, lo que está transformando la industria solar en la actualidad.
En comparación con las baterías tradicionales compuestas de plomo y ácido, las fabricadas con iones de litio, utilizadas por ejemplo para paneles solares, son las predilectas por su alta eficiencia y durabilidad ya que tienen una vida útil más larga, son más ligeras y tienen una mayor capacidad de almacenamiento de energía.
Esto las convierte en una opción más rentable y eficiente para los sistemas de almacenamiento de energía solar. Por ejemplo, el litio es utilizado en los inversores híbridos, que son sistemas de almacenamiento compuestos por baterías que acumulan energía para que pueda ser utilizada en cualquier momento. Además, son silenciosos y tienen una gran autonomía, ofreciendo energía de respaldo durante varias horas al consumidor.
Las baterías de iones de litio también son importantes en la cadena de suministro, especialmente en el ámbito de la logística del comercio electrónico. Es que el crecimiento del comercio online ha significado una mayor demanda de soluciones de almacenamiento de energía, más eficiente y sostenible. La adopción del litio en esta cadena energética ayuda a reducir las emisiones de carbono, lo que contribuye a la sustentabilidad y la eficiencia en la logística y la distribución.
Es por eso que hoy en día las baterías de litio se utilizan en:
-Vehículos eléctricos
-Sistemas de almacenamiento de energía
-Instalaciones logísticas
A medida que la demanda de energía solar y las soluciones de almacenamiento de energía continúan creciendo como forma alternativa a los combustibles fósiles, se espera que el papel del litio en esta industria crezca cada vez más.
Esto a su vez tiene fuertes implicancias para Argentina, dado que nuestro país se encuentra en el llamado “triángulo del litio” junto a Bolivia y Chile. Esta región alberga una de las mayores reservas de litio del mundo, lo que posiciona a Argentina como un actor clave en el suministro global de este recurso. En este contexto de creciente interés por el litio, Argentina tiene la oportunidad de consolidar su papel estratégico en la cadena de suministro, atrayendo inversiones y fomentando la innovación en el sector.
El futuro de la energía solar acumulada
Los desarrollos científicos actuales buscan mejorar la eficiencia y la capacidad de almacenamiento de las baterías de iones de litio, lo que probablemente resultará en avances tecnológicos que aumentarán la viabilidad de la energía solar como una fuente de energía cada vez más importante de cara al futuro.
La mayoría de especialistas coinciden en que las baterías de litio son el futuro del almacenamiento de la energía sustentable.
Un ejemplo de ello es la expansión de los vehículos eléctricos, lo que nos dice que esta tecnología está llamada a imponerse también -con permiso del hidrógeno- en la movilidad sostenible. Pero otro gran ejemplo cada vez más utilizado en Argentina es el uso de baterías de litio en las instalaciones de paneles solares. Un sistema de almacenamiento de baterías siempre servirá para acumular energía no consumida y disponer de ella en otro momento que se necesite y no se disponga de la energía por la red eléctrica corriente o de la solar que no llega porque es de noche o el día está muy nublado y oscuro.
Si la instalación fotovoltaica está aislada de la red eléctrica, no hay dudas: es necesario instalar los paneles fotovoltaicos, un inversor solar y las baterías suficientes que garanticen el abastecimiento eléctrico cuando se lo requiera.
En ese sentido, contar con una batería en la instalación fotovoltaica industrial o en el kit solar de autoconsumo del hogar ofrece varias ventajas que justifican la inversión final.
Particularmente, las baterías de litio tienen una serie de ventajas respecto a otros sistemas de almacenamiento.
En primer lugar, como su química ofrece una alta densidad, permite almacenar una gran cantidad de electricidad en un dispositivo compacto y de reducido tamaño y peso. Tienen también una profundidad de carga que puede alcanzar más del 95%, mientras que las baterías de plomo ácido suelen rondar el 50-70%. Además, tienen casi el doble de ciclos que otros tipos de baterías, por lo que su vida útil es mucho más larga.
En términos de eficiencia, las baterías de litio son igualmente imbatibles: donde otro tipo de dispositivos registra un 15-20% de pérdidas al alimentarlos o descargarlos, las baterías de litio apenas registran un 2%, todo ello con una alta velocidad de recarga. Por eso, las baterías de litio cubren los consumos de la noche sin llegar a descargarse.
A todo esto hay que añadir también una mejor adaptación a las temperaturas extremas, la prácticamente nula necesidad de mantenimiento y amplias garantías: hasta 10 años frente a los 3 de otros modelos.
Por todo esto, las baterías de litio lideran la oferta de sistemas de almacenamiento de energía fotovoltaica cuyas prestaciones justifican la inversión económica que requieren.
