En los últimos 20 años, Australia revolucionó su esquema energético, dejando de lado el carbón y el gas para concentrarse en desarrollar y generar fuentes energéticas sustentables como la solar y eólica.
Tan fuerte fue su compromiso, que el sur de Australia tuvo un crecimiento del 100% de energía renovable creada a partir de fuentes eólicas o fotovoltaicas en sólo 17 años.
Según un relevamiento de la consultora Open Electricity, en octubre de 2024 el sur del gran país oceánico comenzó a generar energía eólica en 2007 y solar en 2011. Con ello, ha logrado reducir drásticamente la energía importada, anular la proveniente del carbón y disminuir a menos del 25% la generada por gas.
De esta manera, el sur de Australia, donde vive la mayor parte de su población, genera el 72% de la energía que gasta a partir de fuentes renovables, como la solar y eólica. Sobre la energía generada por paneles solares, cabe destacar que son 4000 GWh por año.

Con una combinación de energía eólica, solar y almacenamiento eficaz, la cartera de proyectos de energía renovable se extiende por los estados de Victoria, Nueva Gales del Sur, Queensland y Australia del Sur, este último estado ya opera con 99,8% de energía renovable.
Estos proyectos de energía renovable están ayudando a acelerar la transición de Australia hacia un futuro sustentable, proporcionando energía limpia al mercado energético nacional y apoyando a las comunidades circundantes a través del empleo, la educación, la financiación comunitaria, las oportunidades financieras y mucho más.
Australia tiene la ambición de alcanzar el 100% neto de energías renovables para el año 2030. Pero la realidad indica que podría conseguirlo mucho antes. Analistas estiman que para 2026 podría lograrlo, cuando el nuevo enlace de transmisión eléctrica con Nueva Gales del Sur esté totalmente operativo.

Para lograr el objetivo de cero emisiones netas, los expertos afirman que Australia debe descarbonizar totalmente su sistema energético.
“Debemos forjar nuevas relaciones entre los consumidores y los operadores de energía para orquestar los recursos energéticos distribuidos. Debemos generar certeza de que el complejo sistema de red de Australia puede respaldar y exportar de manera confiable la generación de energía renovable. Y debemos reinventar la relación entre el gobierno y las empresas. Avanzar en ese cambio radical es un desafío enorme, pero también una enorme oportunidad”, comunicó el gobierno australiano en su presentación en la última Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
En el programa de gobierno de Australia, se destacan los siguientes pasos a llevar adelante:
– Los gobiernos y las empresas deben trabajar juntos para descarbonizar los sistemas energéticos de Australia y desarrollar nuevas industrias con bajas emisiones de carbono.
-Para aprovechar al máximo las oportunidades por delante, necesitamos un nuevo tipo de “política industrial verde”.
-La transición a la energía renovable es solo el paso más visible en el camino hacia el cero neto. Detrás del auge de los paneles solares y las turbinas eólicas se esconde una transformación más profunda, que transforma las industrias, redefine las economías e impulsa la innovación en todos los sectores. El verdadero trabajo apenas está comenzando.
-Dos informes recientes del Centro Net Zero de EY expusieron la oportunidad en blanco y negro. El informe Aprovechar las oportunidades de la superpotencia energética de Australia concluyó que invertir en nuevas industrias, en particular hierro, acero e hidrógeno ecológicos, y minerales de la «nueva economía», podría sumar hasta 65 mil millones de dólares australianos al PIB nacional para 2050.
– El estudio Creating a Nature Positive concluyó que reparar y restaurar el preciado capital natural de Australia podría aumentar el ingreso nacional del país en 30 mil millones de dólares para 2050.
– Para aprovechar las oportunidades que ofrece la transición a cero emisiones netas es necesario expandir rápidamente la energía renovable competitiva en términos de costos, pero la energía limpia por sí sola no será suficiente. Se requerirá una innovación significativa para situar a Australia cerca de la vanguardia de las industrias emergentes clave de bajo consumo de energía y bajas emisiones.
– Para aprovechar esta “ola”, la industria tendrá que remar en la dirección correcta, y esto requerirá un nuevo tipo de política industrial limpia.
– Más del 80% de las emisiones australianas están cubiertas por incentivos de reducción, y casi todos nuestros socios comerciales se han comprometido a alcanzar el objetivo de cero emisiones netas para 2050.
– La transición se está produciendo a toda velocidad, pero para transitar con éxito el camino hacia el cero neto, necesitamos un cambio radical en la forma en que los gobiernos y las empresas trabajan juntos.