Desde muy joven Carlos, el príncipe de Gales e hijo de la Reina Isabel I, ha tenido un comportamiento amigable con el medio ambiente y ha hecho varias campañas ecológicas para promover el uso de energías verdes no contaminantes.
Hoy, convertido en el rey Carlos III del Reino Unido, decidió predicar con el ejemplo que toda su vida dio, en pos de fomentar las prácticas de cuidado de la Tierra y de combate de la contaminación.
En su primer año de reinado, el monarca ha instalado paneles solares en el Castillo de Windsor y planea convertir las limusinas Bentley de la familia real para que funcionen con biocombustible, según comunicaron fuentes del Palacio de Buckingham.
Según un informe que detalla sus esfuerzos por generar cero emisiones netas dentro de los muros del palacio, Charles instaló paneles solares en una parte de la propiedad del Castillo de Windsor conocida como el Almacén Superior de Lord Chamberlain, reemplazando el techo de plomo existente, y el plan será agregar más paneles en el futuro cercano.
También se instalarán lámparas eléctricas de bajo consumo, según el informe anual de Subvenciones Soberanas, que reveló que Carlos y la reina Camila han logrado una disminución del 3% en las emisiones de gas natural y calefacción en el último año como resultado de las iniciativas ecológicas.
El trabajo fue parte de una inversión de 16,6 millones de libras en proyectos de mantenimiento de propiedades, que también incluyeron la eliminación del amianto de las caballerizas del Palacio de Buckingham y reparaciones estructurales en la Torre Salisbury.
“Se quitó el techo de plomo con goteras y se colocaron los primeros paneles solares del castillo, solo una de varias iniciativas ambientales, impulsadas por la determinación de colocar la sustentabilidad en el centro de nuestras operaciones e inspiradas por el liderazgo de Su Majestad”, dijo Sir Michael Stevens, Guardián de la Bolsa Privada.
Sir Michael también describió los nuevos avances como “pequeños pasos, pero parte de un plan mucho más amplio para lograr un impacto significativo en nuestras emisiones de carbono en los próximos años”.
El rey ha sido un defensor del cuidado ambiental y en 2020 describió al calentamiento global y al cambio climático como las mayores amenazas que ha enfrentado la humanidad.
Los viajes de la aviación real también serán objeto de una renovación respetuosa con el medio ambiente: el Palacio está trabajando para aumentar el uso de combustible de aviación sostenible (SAF) para los vuelos reales. Otras áreas de interés para el palacio fueron la posibilidad de conectar las propiedades reales a las redes de calefacción urbana y la instalación de bombas de calor con fuente de aire.
En los terrenos del Palacio de Buckingham, las farolas a gas se están reutilizando con accesorios eléctricos para “mejorar su eficiencia energética y, al mismo tiempo, preservar su aspecto y brillo históricos”, detallaron los equipos de mantenimiento del Palacio.
Las históricas linternas se apagaron durante la reciente crisis energética como medida de ahorro, pero si bien el cambio a la electricidad puede ser más ecológico, la factura eléctrica del palacio continúa aumentando.
La factura eléctrica real de 2024 ascendió a 2,2 millones de libras, frente a los 1,3 millones de libras de 2023. Un portavoz del palacio atribuyó esto a un cambio en la tarifa realizado en octubre de 2023. Se espera que la instalación de paneles solares permita mitigar este aumento.
Sin embargo, el gasto en gas disminuyó: en 2024 se gastó 1,2 millones de libras, frente a los 1,4 millones del año anterior.
Las medidas verdes son sólo parte de la información publicada en el informe de este año, que también reveló que el gasto general cayó un 17 por ciento y pasó de 107,5 millones de libras a 89,1 millones, en gran parte debido a una disminución en el gasto en el Programa de Reservas del Palacio de Buckingham.
